Hoy 5 de Marzo, es el día mundial de la EFICIENCIA ENERGÉTICA. Aprovecho esta conmemoración para rescatar la respuesta que tenía medio preparada para RICARDO, un lector que me dejó un comentario en mi artículo sobre las Etiquetas Energéticas mexicanas y la comparación con las europeas. Como decía, me quedó la respuesta preparada pero por un despiste mío, no la publiqué en su momento. Ayer encontré de nuevo el comentario y hoy, aprovechando la efemérides, lo publico. Se trata de explicar la gran importancia de comparar las Etiquetas Energéticas de los aparatos para decidir cuál comprar en función de su ahorro energético, consumo de agua, nivel de ruido, eficiencia de lavado, (o de refrigeración o de secado, etc.) según sea el tipo de aparato de que se trate. Como es habitual comentaré, de manera sencilla, los datos importantes a tener en cuenta para realizar la mejor compra.
Hoy hace 16 años que el día 5 de Marzo de 1.998 se reunieron en Austria 350 expertos para debatir sobre la crisis de la energía y sobre la Eficiencia Energética, concluyendo en la necesidad de que ciudadanos, empresas e instituciones hagan un uso y consumo responsable de la energía.
Aprovechando este día, informo a mis lectores que tengo previsto hacer una serie de artículos explicando lo más interesante de las Etiquetas Energéticas a la hora de comprar un aparato nuevo, pues nos informan de todo lo necesario para hacer la mejor compra. Mi idea es editar un artículo por cada aparato (lavadora, lavavajillas, secadora, frigorífico, horno, etc.). Comenzaremos hoy. A modo de introducción, con la generalización del tema, o sea, por la Etiqueta Energética europea y los datos que nos aporta. Veamos primero el comentario de RICARDO. Dice así:
Anónimo18 de enero de 2014, 15:32
Primero felicitar por el Blog tan instructivo y por la labor de información desinteresada que realiza D. Antonio
Segundo presentarme, me llamo Ricardo. Y ya yendo al lio, diré que si bien es cierto que la etiqueta europea informa del ruido, veo mas comprensible la mexicana, ya que da en número el ahorro del aparato, en vez de con un código de colores, que la mayoría de la gente no sabemos su equivalencia sin tenerlo que mirar o asesoramiento antes.
Lo que hecho en falta en ambas etiquetas es información sobre los costos de mantenimiento, gas refrigerante (las etiquetas que aparecen en el articulo son de neveras) o cantidad de residuo no reutilizable que generaran una vez agotada su periodo de funcionamiento...
En cualquier caso, ambas dan una información muy importante que todos los consumidores deberíamos tener en cuenta a la hora de cambiar cualquier electrodoméstico. Y recordar una vez mas, que ni las planchas ni los "emisores térmicos" podrán llevar nunca una etiqueta así, ya que si el señor James Prescott Joule tenía razón, y hasta ahora nadie ha conseguido demostrar que no sea así, todos deberían gastar lo mismo, por algo la unidad de energía lleva su nombre...
Bienvenido, RICARDO. He de explicarte que las Etiquetas Energéticas “europeas" llevan mucho más que los datos del fabricante, marca, tipo y modelo del aparato, y para cada tipo (lavadoras, lavavajillas, secadoras, frigoríficos, etc., llevan una específica, donde además de la eficiencia energética se dice el consumo anual estándar del aparato, Quiero decir que si pone que un frigorífico consume al año 175 kWh, por ejemplo, ese dato está calculado para un número de aperturas, de una carga estándar de alimentos, temperatura interior, etc., todo ello estandarizado por datos para que el laboratorio certifique el consumo comparativamente con otros fabricantes. O sea que el dato que no ha visto RICARDO, (consumo) SÍ está. Y respecto a su preferencia de la Etiqueta Energética mexicana porque, según dice RICARDO, facilita el dato del porcentaje de ahorro, creo que nuestra etiqueta europea es mucho más útil, ya que además de darte el dato de consumo en cada tipo de Eficiencia Energética, te permite comparar sin ningún cálculo por tu parte, qué aparato es más eficiente y cuánto. Pues de lo que se trata al comprar un nuevo aparato es saber cuál interesa más, además de por calidad, Servicio Técnico, precio, diseño, etc, lo más importante es su consumo para compararlo con otros aparatos de la misma marca o de otras.
Lo más importante bajo mi punto de vista, es el dato de la Eficiencia Energética. Cuando vamos a comprar un frigorífico, por ejemplo, entramos en la tienda y vemos toda una serie de aparatos, aparentemente iguales. Como sabéis, es obligatorio que en las exposiciones cada aparato lleve pegada bien visible su Etiqueta Energética. Si llevara la mexicana, ¿Cómo elegiríamos el aparato más eficiente, el que menos gaste? Si la Etiqueta fuera la la mexicana, deberemos clasificar por capacidades: los frigoríficos más pequeños, los más grandes, los combis, los congeladores, etc, y luego comparar entre los grupos del mismo tipo lo que consume cada uno en kWh por año. Ver después lo estandarizado del consumo y ver el porcentaje de ahorro de ese modelo, aparato y marca respecto a los otros que hay en la misma tienda. De esa manera, podríamos encontrar, con paciencia, el más eficiente.
En cambio, con la etiqueta europea, vemos la etiqueta de un frigorífico y no hace falta hacer ninguna comparación de consumo con otros aparatos. Basta con ver qué Eficiencia señala la flecha en este aparato. Si señala A+++ significa que su eficiencia energética es la más elevada. Ya no hace falta mirar nada más sino comparar con otras marcas, buscando aparatos similares de dimensiones y mirando simplemente que su Etiqueta Energética indique que es también, en este caso, A+++. Su eficiencia será exactamente igual que la DEL APARATO ANTERIOR. No hace falta consultar consumos ni calcular porcentajes de ahorro. Sabiendo, por otra parte, que cada escalón que se sube en la escala de eficiencia significa que, aproximadamente, se gana un 15 % más de eficiencia energética.
Con ese código de colores no se determina el consumo, sino que es una ayuda visual que nos dice que cuanto más “verde” sea el color, más ecológico es el aparato (consume menos), pero en realidad lo que manda son las letras y los añadidos con el signo más (+). Y eso es intuitivo. No hace falta estudiarlo para entenderlo: cuanta más alta está la flecha, más eficiente es el aparato, menos consume para hacer el mismo trabajo.
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