martes, 18 de febrero de 2014

¿Qué diferencia hay entre la POTENCIA de un aparato eléctrico y la ENERGÍA que consume?





Frecuentemente se confunde la POTENCIA de un aparato eléctrico con la ENERGÍA que consume. Los términos son parecidos, de ahí la confusión. La potencia se expresa en vatios (W) y el consumo o ENERGÍA consumida se expresa en Kilovatios.hora (kWh, o lo que es lo mismo, kW x horas). Hoy, aprovechando un comentario de ALBERTO que viene polemizando conmigo sobre este tema, aprovecho para darle la respuesta mediante este artículo en la creencia de que esta información le puede interesar a muchos lectores que no tienen muy claro, y confunden, los términos de POTENCIA y ENERGÍA.


El comentario de ALBERTO, que podéis leer completo aquí. dice no estar de acuerdo conmigo porque “…dices (se refiere a mí) “El consumo durante estos dos minutos ha sido de 40 W x 120 seg = 4.800 W x seg” estás multiplicando w/h (la lámpara consume 40 vatios en una hora, o sea, 0,011 vatios en un segundo), por segundos (120). Habría que dividir el resultado entre 3.600 segundos. Los minutos estás pasados a segundos pero no así los vatios/hora a vatios/segundo para hacer el cálculo…”

Insisto: el error de ALBERTO es que no tiene muy claro cómo se mide la energía, y la gran diferencia respecto al término de potencia. Como después explicaré.

Primero veamos lo que es la POTENCIA de un aparato eléctrico. La potencia eléctrica es la cantidad de electricidad que puede llegar a consumir un aparato eléctrico en un tiempo determinado. La unidad elemental de potencia es el vatio (W), Un vatio es la potencia eléctrica producida por una diferencia de potencial de 1 voltio y una corriente eléctrica de 1 amperio. La fórmula de la potencia será pues Amperios x Voltios = Vatios. En el caso de la bombilla a que se refiere ALBERTO, la potencia de 40 W = 230 V x 0,174 A. O lo que es lo mismo: la potencia es la capacidad de producir o consumir energía en un circuito eléctrico. En nuestro caso, el funcionamiento de una bombilla de 40 W de potencia conectada a una tensión eléctrica de 230 V y de un consumo de corriente de 0,174 Amperios

Fijaros en que en el resultado no se citan en ningún momento unidades de tiempo. Y no se citan porque se pueden emplear las que se quiera. Siempre, naturalmente que en los cñalculos se empleen siempre las mismas unidades. Vamos ahora a ello. Si ese aparato eléctrico (bombilla) de una potencia de 40 W está funcionando durante un segundo, consumirá 40 W - segundo. Y si queremos ponerlo en la unidad habitual, la energía consumida por un aparato eléctrico se mide, normalmente, en vatios-hora (Wh), o en kilovatios-hora (kWh). En nuestro caso, los 40 W-segundo serían 40w x 3600 segundos = 144.000 W-segundo en una hora, que pasado a vatios-hora sería 144.000 Ws / 3600 seg = 40 W-hora (Wh), como era de esperar. Y si queremos expresar la energía consumida en kW-h, la bombilla consumiría, en 1 hora, 40 W / 1.000 = 0,04 kWh.

Como yo hacía los cálculos del consumo apagando la luz al salir, nos hemos ahorrado en esos dos minutos, 4.600 W x seg. Lo que representa un ahorro (al apagar la luz durante esos dos minutos) de 4.800/200 = 24 veces que dejándola encendida. Lo hacía en W-s y los comparaba con el consumo en 2 minutos (120 segundos), por lo que las unidades son homogéneas, y el resultado, igual que si los hubiera transformado en ambos casos, en W-h, ya que al final, el resultado del cálculo, era comparativo entre ambos, o sea, que como decía en mi artículo, “apagando la luz al salir, nos hemos ahorrado en esos dos minutos, 4.600 W x seg. Lo que representa un ahorro (al apagar la luz durante esos dos minutos) de 4.800/200 = 24 veces que dejándola encendida". Lo que ocurre es que esa cifra tan aparentemente alta, en la práctica nos produce un ahorro de 4.600 /3.600 = 1,27 Wh, que transformado en dinero representa 1,27 / 1000 = 0,0127 kWh, que a 0,19 € el kWh representa un ahorro de 0,0127 x 0,19 € el kWh = 0,0024 € en los 2 minutos. O sea, nada de importancia. Pero los números son los números, y si esa situación (apagado de la luz) se hace muchas veces al día, en un año, puede resultar significativa en el aspecto económico.

En realidad este artículo no tenía el objetivo de reafirmar lo dicho en el anterior, sino explicar la diferencia entre potencia y energía, que espero haya quedado bien claro. Podríamos decir, como recordatorio, que la potencia es la capacidad de producir energía, y la energía, es el consumo, o sea lo que pagamos, y que es la potencia multiplicada por el tiempo de funcionamiento del aparato.

Estos conceptos de potencia y energía son válidos en todos los aparatos eléctricos. Lo que sucede es que no siempre es tan fácil aplicar estos conceptos. Por ejemplo, lo explicado y calculado es válido cuando se trata de un consumo de energía constante como es el caso de una bombilla, o una resistencia eléctrica (calefacción eléctrica), donde la potencia multiplicada por el tiempo es el consumo. Sin embargo, en otros electrodomésticos, como pueden ser las lavadoras, frigoríficos, lavavajillas, etc., no siempre la potencia del aparato nos da idea del consumo al multiplicarla por el tiempo de funcionamiento del aparato. En caso de una lavadora, la potencia indicada en su plaquita de características, puede ser 2.200 W pero eso no es constante, pues depende del momento del lavado: si está calentando el agua, el consumo de energia puede ser de 2.200 W, pero si está lavando solo, sin calentar, el consumo de energía puede reducirse a unos cientos de vatios. Igual que en el centrifugado. Por eso no podemos aplicar directamente la formula de ENERGÍA = POTENCIA X TIEMPO, ya que la potencia, en muchos aparatos, es variable, como he dicho, por lo que el consumo en kWh no se puede calcular por el simple producto de potencia por tiempo. Para saber lo que consumen estos aparatos debemos recurrir a la Etiqueta Energética del aparato, donde se nos indica el consumo estándar anual, que sí tiene en cigüeña la diversidad de potencia en cada ciclo de lavado (o del funcionamiento del compresor del frigorífico).

Lo dicho sobre el consumo de un aparato es válido cuando se va a comprar uno nuevo. Si tienes el aparato en casa, es mucho más fácil: en el folleto de instrucciones debe figurar el consumo por ciclo en kWh.

A ROBERTO le agradezco su interés y si prudencia en la profundización en este confuso tema, que me ha dado la oportunidad de aclarar, espero que con éxito, la diferencie entre potencia y energía consumida, que es directamente proporcional en unos aparatos domésticos y en otros no.

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