domingo, 28 de octubre de 2012

Emisores térmicos con acumulador cerámico: nueva publicidad engañosa en LEROY MERLIN



EDUARDO, un lector del blog, me informa que ha estado en LEROY MERLIN para ver sus “maravillosos emisores térmicos”, y uno de ellos “contiene una piedra en su interior” y su publicidad viene a decir que “…proporciona 120 minutos de inercia térmica adicionales a 60 minutos de consumo eléctrico." Lo que quiere hacer creer que con 60 minutos de funcionamiento luego está dos horas más calentando. Una sutil publicidad engañosa…Vamos a demostrarlo. 


Primero veamos textualmente lo que dice EDUARDO en su comentario. 
“ Eduardo,  16 Octubre 2012 

Hola, esta mañana he estado en el LEROY MERLIN para ver los maravillosos emisores térmicos. Me han recomendado tres modelos, uno de 1000 w con fluido (un gel) (199 €), otro de 900 w con una piedra con 90 minutos de inercia (269 €) y por último unas estrañas placas de 400 w y que solo cuestan unos 50 €.
Copio textualmente lo que pone en el panfleto respecto del que parece más interesante, el que tiene una piedra en su interior: 
"Panel de control digital y programable. Acumulación del calor a través de un panel cerámico de esteatita que lo almacena y lo va restituyendo al ambiente lentamente y que proporciona 120 minutos de inercia térmica adicionales a 60 minutos de consumo eléctrico." 
 ¿Según sus explicaciones conseguiríamos el mismo calor y gastaríamos lo mismo con un simple radiador de igual potencia, apagandolo y encendiendolo durante esos 180 minutos? Bueno, entiendo que con el de la piedra, los primeros 30 minutos no emite nada de calor, porque todo lo está absorviendo la piedra. 
A la vez que calentamos el ambiente, ¿no es posible calentar algún obgeto, en este caso una piedra, para que posteriormente ésta desprenda ese calor?” 

Volvamos a la publicidad de estos aparatos. Según dicen, son acumulador de calor, lo que es absolutamente cierto. El aparato va acumulando el calor mientras va calentando el ambiente durante 60 minutos, Nada que objetar. 

Pero después de 60 minutos de funcionamiento, el increíble aparato, debido a la “genialidad” de su inercia térmica, sigue cediendo calor ADICIONAL al ambiente durante 120 minutos (el doble de tiempo de su calentamiento, de 60 minutos). 

¿Qué se entiende por la generalidad de los clientes que van a comprar un aparato de calefacción? La publicidad engañosa dice que calentando durante una hora te da un calor adicional dos horas más. Y eso es cierto, te sigile dando calor durante dos horas más, pero ¿Cuánto? ¿De dónde saca ese calor? No puede ser que lo cree, pues el primer principio de la termodinámica es la ley física que dice que “la energía (la electricidad, el calor) ni se crea ni se estruje. Solamente se transforma. El castizo traduciría esta ley por “se puede sacar de donde hay, hasta que se acaba. Y  cuando se ha acabado, se acabó, no puede sacarse más”. 

Entonces ¿No es cierto que siga calentando dos horas después de haberlo apagado? La respuesta es que es cierto, pues sigue calentando durante dos horas. ¿Entonces? Pues entonces vamos a analizar esto. 

Supongamos que el artilugio maravilloso, con su piedra dentro, como se expresa EDUARDO, tiene una potencia de 1.000 vatios. O sea, 1 KW. Si lo ponemos en marcha durante una hora, habrá consumido 1 KWh. Pero ese KWh lo ha transformado en calor (recuerda que la energía…solamente se transforma”) Lo que ha sucedido durante esa hora es que la energía eléctrica consumida se ha transformado ÍNTEGRAMENTE en calor. ¿Cuánto? Pues exactamente 860 Kilocalorías. El mismo calor que hubiera producido cualquier aparato, de la marca y del tipo que sea, que transformara la energía eléctrica en calor. 

Pero veamos qué ha sucedido en esa habitación donde tenemos el artilugio futurista, ese que CREA calor, según la publicidad. Supongamos que La habitación esta a 15 ºC. Eso significa que todo lo que contiene la habitación (suelo, techo, paredes, objetos, mesas, sillas, y el propio aparato) están a una temperatura igual. 15 grados centígrados (º C). Alguno pensará que el suelo está más frío que la mesa o que las tijeras metálicas, porque al cogerlas parecen estar más frías que la mesa. Eso no es cierto y algún día explicaré bien y extensamente ese tema. 

Tenemos pues todo a 15 ºC, incluido el cacharro de calentar con su piedra dentro, que está igualmente a 15 ºC, Conectamos la estufa y empieza a consumir. Una parte del calor que se va produciendo lo emplea en calentar la piedra, que es el elemento más cercano a la resistencia eléctrica que transforma la electricidad en calor. Pero otra parte la va emitiendo al exterior del aparato, calentando el ambiente. Es evidente que si en una hora consume 1 KWh y esta electricidad se convierte en 860 Kilocalorías, como cualquier aparato de resistencia eléctrica, una parte de ese calor va a la piedra y otro al ambiente. El que va al ambiente va calentando el aire, la mesa, el suelo, las tijeras, y la señora María, que está sentada en su silla. 

Terminada esa hora de funcionamiento, supongamos que el ambiente de la habitación y su contenido, han pasad de los 15 ºC iniciales a 20 ºC por el calor emitido por la estufa al exterior de la misma. Pero otra parte del calor se ha quedado en la piedra, que como está al lado de la resistencia eléctrica y además acumula el calor, porque primero se calienta y luego va desprendiendo ese calor, Esa piedra, repinto, se ha puesto a 40 ºC (es un decir). Pero como esa piedra no es buena transmisora del calor le cuesta soltarlo. ¿Cuánto tiempo estará soltando ese calor? Pues el que tarde en ponerse la piedra a la misma temperatura que el resto de la habitación. En ese momento, ya no podrá ceder más el calor almacenado, puesto que estará a la misma temperatura que la habitación, luego ya no podrá ceder más calor, pues siempre, para hacerlo, debe ser desde algo caliente a algo más frío, pero no cuando ambas cosas tienen la misma temperatura. 

Resumiendo: si la estufa maravillosa ha estado 1 hora calentando, su consumo habría sido de 1 KWh, que se habrá transformado en 860 Kilocalorías. Siempre igual, ni una caloría más ni una menos. 

¿Qué ha sucedido entonces para que la estufa siga calentando? Pues que como la piedra almacena una parte del calor producido, pongamos que sea la mitad, 430 Kcal. durante la hora, el resto, otras 430 Kcal. habrían sido las emitidas al ambiente y que han calentado la habitación desde los 15 ª iniciales hasta los 20 º a que se ha llegado en esa hora. 

Pero terminada la hora, la estufa ya no funciona, por lo que no calienta el ambiente, PERO SI LA PIEDRA, que recordemos llegó a 40 º de temperatura, por lo que seguirá cediendo calor al ambiente (sin ningún consumo eléctrico, pues ya lo consumió en su momento), seguirá cediendo hasta que la temperatura de la piedra baje hasta los 20 º de la habitación, hasta equilibrar la temperatura entre piedra y ambiente. ¿Cuánto calor soltará la piedra? Pues dijimos que la mitad del calor durante la hora iba a parar al ambiente y la otra mitad a la piedra, que ha absorbido 430 Kcal. que serían las que “suelte“ al ambiente. 

Y como “la energía ni se crea ni se destruye...”, si en una hora generó ese KWh 860 Kcal. soltó durante esa hora 430 al ambiente y otros 430 a la piedra, que después de la hora los siguió soltando, al principio gran cantidad, pero cada momento menos cantidad pues eso depende de la diferencia de temperatura entre el ambiente y la piedra, o sea que al principio de soltar calor después de cerrado el consumo, la piedra cederá bastante calor, pero cada vez menos calor, por lo que dura más tiempo en soltarlo todo, hasta que la temperatura de la piedra habría llegado a ser igual que la del ambiente. ¿Y cuál será esa temperatura del ambiente? Pues con la mitad de calor cedido al ambiente en la primera hora de 430 Kcal. Durante las dos horas siguientes que la piedra almacenó en la primera hora de consumo, cedería al ambiente la otra mitad, 430 Kcal, lo que elevaría la temperatura de la habitación la misma cantidad que en el funcionamiento directo: las otras 430 Kcal. Y la temperatura final de la habitación, que subió 5 grados en la primera hora subirá otros cinco grados en las dos horas siguientes, llegando a 25 º. 

Supongamos que el radiador era uno vulgar y corriente sin piedra, sin llamarse de apellido ·”emisor térmico”. Un radiador de principios de siglo XX, por ejemplo. Pues que con 1 KWh hubiera producido las mismas 860 Kcal, y hubiera calentado, en una hora la habitación de 15 a 25º. Rápidamente, eso sí. 

¿Dónde está pues ese engañoso ahorro? Recordad siempre: la energía ni se crea ni se destruye. Ni los mejores y sofisticados emisores térmicos ni ningún artefacto con resistencia eléctrica puede dar ni más ni menos que 860 Kcal. por cada KWh consumido. Y eso no cambia ni que lo diga LEROY MERLIN ni el Para de Roma. Crear energía sería un milagro. Y eso, por más que se empeñe la publicidad engañosa y los timos de estos artefactos, no lo conseguirán nunca. Engañar SI. Seguirán intentándolo una y otra vez, mientras no haya autoridades que sancionen DE VERDAD la publicidad engañosa que confunde a los ciudadanos para derivar sus compras a los estafadores y beneficiarse fraudulentamente con mentiras y engaños. 

De momento, hay pocos que pongamos al descubierto estas falsedades. Pero yo escribo lo que pienso, creo y demuestro. No lo que me permitan otros. Esa es una de las máximas que me propuse al crear este blog, y la seguiré respetando siempre. 

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domingo, 21 de octubre de 2012

Iluminación eficiente por LEDs ¿Para qué sirven los disipadores térmicos que llevan esas bombillas?


Un lector del blog dejó un comentario hace unos días en este artículo . Se preguntaba, con muy buen acierto, que si los LEDs son tan eficientes porque el 90 % del consumo lo convierten en luz y solo el 10 % se pierde en calor, ¿Cómo es que las bombillas LED llevan unas aparatosas aletas para disipar el calor? Como no conozco el tema en profundidad no tenía respuesta para esta aparente contradicción, por lo que pedí a mis amigos de ILUMINACION DE LED, expertos fabricantes y comercializadores de estos aparatos, la posibilidad de que prepararan un artículo sobre el tema. 


No se hicieron esperar, pues rápidamente publicaron en su blog un excelente artículo donde se parte del funcionamiento de las bombillas de incandescencia para explicar acto seguido los fundamentos del LED y el motivo de esas aletas de refrigeración que ni el lector “preguntón” ni yo sabíamos aclarar. Os aconsejo la lectura TOTAL de dicho artículo, pues lo entenderéis perfectamente por sus didácticas y clara explicaciones. 

ra los “perezosos” voy a intentar resumir los puntos más destacados del artículo, transcribiéndolos. 

“...los materiales que se eligen para los LED, son los que más optimizan la emisión de luz, el calentamiento se produce por el mismo efecto joule, con la diferencia de que esta vez es el calor el subproducto de la circulación de ctrones por el material, y el producto principal es la luz 
Tal temperatura es crítica en un minúsculo espacio llamado punto de unión (Tj), que en el peor de los casos puede llegar a ser de 200°C. Ese punto, que tiene un volumen inferior a la décima parte de un milímetro cuadrado, necesita urgentemente disipar la temperatura que se genera en su interior, y para ello, utiliza ciertos metales dentro del mismo encapsulado, algún vector que contacta con el disipador, y desde luego, el aire circundante (Ta) que es el que alivia la temperatura del disipador mediante el intercambio térmico. 
Cuanto más frio esté el LED, más eficiente será, y su vida útil será más dilatada, por lo que uno de los mayores esfuerzos a la hora de diseñar una luminaria LED es hacer que la temperatura del núcleo de unión sea lo más cercana posible a la temperatura ambiente: Rth(Tj-Ta) entre más bajo sea el coeficiente que resulta de la ecuación anterior, mejor será la comunicación entre el núcleo de unión y el aire circundante más frio, y eso se consigue con materiales con buenas propiedades de conducción térmica, como el aluminio.

La razón de esa forma de aletas, es de optimización, ya que ese intrincado diseño permite que mayor cantidad de aire entre en contacto con el metal en el menor espacio posible, lo que acelera el intercambio térmico que en última instancia baja la temperatura del LED. Mientras la tecnología de materiales mejora, podemos trabajar cada vez con menores corrientes, lo que se traduce en mayor eficiencia, más vida útil, y la posibilidad de trabajar con disipadores más pequeños.” 
O sea que toda la parafernalia de los disipadores es para refrigerar un solo punto (el llamado punto de unión) que es la décima parte de un milímetro cuadrado. Con razón es el más eficiente de los aparatos de iluminación, ya que esa “elevada” temperatura llega a 200 ºC pero en un solo punto, de una superficie como la marca del punto de un bolígrafo sobre el papel. Pero como dice, hay que refrigerar ese punto rápidamente puesto que eso hará que el LED sea más eficiente y tenga una vida útil más larga

No me queda sino agradecer a ILUMINACIÓN DE LED la deferencia de elaborar ese artículo tan didáctico y que (igual que los disipadores del LED), “disipan” todas nuestras dudas por los alerones. que solo están para refrigerar rápidamente un solo punto. 

Aprovecho para recomendaros la lectura de otro artículo de ILUMINACIÓN DE LED: El relativo a las pruebas de laboratorio que hicieron sobre un Ahorrador Energético de esos que se anuncian repetidamente en las emisoras de radio, donde dicen que ahorran electricidad conectándolos a un enchufe y que a tanta gente han engañado y siguen engañando. Leed, leed… 


También os recomiendo la lectura de sus artículos sobre la "obsolescencia programada" del embaucador Benito Muros el de las bombillas eternas...

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viernes, 19 de octubre de 2012

Las diferencias entre los emisores térmicos “húmedos” y “secos”, ¿Justifican la diferencia de 150 € entre ambos tipos?



JOSÉ MANUEL, un lector del blog, me ha dejado varias preguntas en su Comentario en mi artículo. La primera y principal es si las diferencias entre los tipos de emisores térmicos (mejor yo llamaría “radiadores eléctricos”) del tipo “seco” y el tipo “húmedo”, ¿Justifican la diferencia de precio de 150 € entre ambos tipos, a igualdad de potencia? El resto de preguntas son sobre la conductividad térmica, la convección de ambos sistemas y las superficies de intercambio. Vamos a tratar de contestar estas preguntas. 


Los radiadores eléctricos desde toda la vida se han fabricado los llamados “húmedos” (de aceite) y los “secos” (sin líquidos). Pero en un mercado como el nuestro, muy competitivo, había que inventar algo para poder subir el precio de los radiadores eléctricos. Había que hacerles subir varios escalones con unas supuestas ventajas que, junto con un bonito díselo, una publicidad basada en el engaño en el fondo de la cuestión, llegaron a prestigiarse entre los consumidores al imbuirles que eran más eficientes y que ahorraban mucha electricidad buscando justificar su precio más que doblado, respecto a los radiadores tradicionales. Pusieron el famoso aceite transmisor del calor (todos los aceites lo son, incluido el aceite de oliva de cocinar), hicieron un diseño bonito, les pusieron una placa electrónica que actuaba como termostato y programador de tiempos de funcionamiento y paro y los rebautizaron con el pomposo nombre de “EMISORES TÉRMICOS", como si sus compañeros los radiadores de toda la vida no lo fueran, como lo son las estufas de butano, las chimeneas, los radiadores de agua caliente, etc. Todos emiten calor, por lo que todos son emisores térmicos. Pero sin mayúsculas, que al parecer solo se les puede aplicar a los nuevos y rentables inventos. 

Pero vamos al corazón del aparato. Todos ellos, sean los que sean, se calientan mediante una resistencia eléctrica. Me vais a permitir que entre un poco en el funcionamiento de esas resistencias. Se trata de una especie de alambre, en forma de “gusano”, que tiene una fuerte resistencia eléctrica, o sea, una resistencia al paso de la electricidad a través de ese gusano. Los cables eléctricos de nuestras casas son normalmente de cobre, que es buen conductor de la electricidad, ya que si fueran malos conductores se calentarían más, cosa que no interesa, pero en el caso de la aplicación a las estufas eléctricas, lo que buscamos es lo contrario: que la corriente pase a través de esa resistencia y que esa resistividad del elemento impida un paso fácil a la corriente, por lo que se calienta. 

Las resistencias eléctricas se miden en OHMIOS. Veamos cómo funcionan el voltaje, la intensidad, la resistencia y la potencia en un calefactor o resistencia. El voltaje o tensión de los domicilios ya lo sabéis: en Europa se establece en 230 Voltios, la intensidad de la corriente se mide en amperios, la resistencia en ohmios, la potencia en vatios y la energía consumida en KW por hora. 

Sabiendo que A X V = W, si la potencia del aparato es de 1.000 W y el voltaje 230 V, la Intensidad será W / V = 1.000 / 230 = 4,34 amperios 

Veamos la relación existente entre esas magnitudes. La Ley de OHM establece que la intensidad es igual al voltaje dividido por la resistencia, expresándose así: I = V / R Veamos ahora cual sería la resistencia en Ohmios de una estufa eléctrica que tuviera una potencia de 1.000 vatios. La fórmula sería R = V / I, que en cifras es R = 230 / 4,34, o sea, que la resistencia es de 53 ohmios. 

Dejando esta, para algunos, pesadez de las fórmulas, queda demostrado que para un calefactor eléctrico –sea el que sea- pueda tener una potencia de 1.000 W (s sea, 1 KW), su RESISTENCIA debe ser de 53 ohmios. 

Por consiguiente cualquier aparato eléctrico de calefacción por resistencia, con un voltaje de 230 V y un consumo de 4,34 amperios, tiene una resistencia de 53 ohmios

Está claro que el único calor que produce la estufa sale de la resistencia al pasar la electricidad por ella. Ni el mueble o carcasa del aparato ni el aceite ni nada de nada le aportan más calor. Dependiendo pues del valor de la resistencia, cualquier aparato de esta potencia (1.000 vatios) consumirá lo mismo. 1 KW por segundo. Pero como la energía se calcula multiplicando la potencia o consumo por el tiempo de una hora, se habla de 1 KW por hora (1 KWh) que es el consumo de curtiente de una estufa de 1 KW de potencia multiplicado por una hora de funcionamiento. 

¿De dónde sale que los emisores térmicos sean más eficientes que los radiadores normales? Del único lugar que salen es de la publicidad engañosa, pues la primera ley de la termodinámica dice que "la energía no se crea ni se destruye, solamente se transforma". 

Si lo aplicamos a la RESISTENCIA en cuestión diremos que mientras fluye energía eléctrica por la resistencia, se está cambiando esa energía eléctrica a la forma de CALOR, pues se ha transformado de energía eléctrica en energía térmica. En el preciso instante que se quite la corriente que pasa por la resistencia, CESA de producir calor, pues no hay ya energía (eléctrica) que se pueda transformar en calor. 

Si bien este principio físico es así y eso no tiene vuelta de hoja, existe una diferencia entre los radiadores (sean o no de los llamados emisores térmicos). Esa diferencia en cuanto a la disipación del calor de la resistencia consiste en que si llevan fluido (aceite), este se empieza a calentar desde el primer instante que empieza a funcionar el aparato, con que empieza a sentirse el calor en el ambiente cuando el aceite está ya caliente. Si está 10 minutos calentándose el aceite y ALMACENANDO ESE CALOR sin enviarlo en su totalidad a la habitación, cuando cortemos la corriente apagando el aparato, ese aceite caliente seguirá soltando el calor que almacenó al principio. Ni una caloría más ni una menos. 

Si el radiador es del tipo seco, sin aceite, en el mismo instante que ponemos en marca el aparato, el calor se cede al ambiente. No tiene que calentar nada, por lo que de inmediato lo cede a la habitación. Pero cuando desconectamos el aparato, el calor aportado por la resistencia se acaba al instante, dejando de calentar

En resumidas cuentas: el calor generado en ambos tipos de aparatos es exactamente el mismo. Uno demora su cesión al ambiente porque tiene que calentar primero el aceite, pero cuando se para el aparato, sigue cediendo al ambiente aquel calor que “robó” el aceite al principio. No hay en ningún caso un aparato más eficiente que otro, no hay ningún aparto que ahorre electricidad o aporte más calor. Y quien afirme lo contrataría, miente. Os pongo otro ejemplo. Una bombilla incandescente de 100 vatios consume esos 100 vatios convirtiendo el 10 % en luz, que es lo que aprovechamos, pero el 90 % lo convierte en calor, que no neis sirve para nada en la bombilla. Podemos decir entonces que esa bombilla tiene un rendimiento o eficiencia energética del 10 %. En cambio si tómanos una bombilla de bajo consumo, tendremos que aproximadamente el 80 % de los vatios consumidos se convierten en luz, y el 20 % en calor, que no nos sirve. Pero está claro que la cantidad de luz a igualdad de consumo es muchísimo mayor en las de bajo consumo. 

Si tomamos un motor cualquiera, el de lavadora, por ejemplo, tendremos que su consumo eléctrico está destinado a hacer girar el motor arrastrando al bombo. Pero hay una pérdida, ya que el motor se calienta un poco, cosa que no nos interesa, pero sucede. Si aprovechamos el 90 % de la energía consumida en el trabajo del motor, tendremos un rendimiento o eficiencia energética del 90 %. En cambio, en el caso de los radiadores eléctricos, el 100 % de la electricidad consumida se transforma en calor. o sea que su eficiencia es del 100 %. Lógicamente no existe una eficiencia mayor que el 100 %. Por lo tanto, todos los tipos de calefacción el´eléctrica rinden igual: el 100 %. Y al haber una eficiencia del 100 % en todos, no puede haber ninguno que tenga una eficiencia mayor (o que gaste menos electricidad que otro para dar el mismo calor)

Otra pregunta de JOSÉ MANUEL: ¿Qué sucede con la “conductividad" térmica?. Pues si es grande, se calentará antes el aceite y empezará a radiar calor al ambiente antes. Pero también se enfriará antes al terminar de recibir corriente. Total: la energía consumida es igual y el total del calor aportado es igual en cualquier caso. 

La siguiente pregunta es ¿Qué sucede con las superficies de intercambio? Se refiere a la superficie total de los elementos del radiador. En cualquier caso, deben estar calientes pero con un tope de temperatura en superficie, que no pase de unos 60 ºC para evitar que podamos quemarnos si tocamos el radiador. Así pues, los fabricantes deben añadir superficie de radiador hasta que no se alcance la temperatura máxima obligatoria. Cuanto más superficie, menos caliente estará. Pero al final, sea cual fuere la superficie el calor total soltado al ambiente es siempre el mismo. 

Por último, ¿Qué sucede con la convección? Los radiadores tienen dos formas de disipar su calor cediéndolo al ambiente. Una es por radiación, que se emite desde la superficie del radiador hacia el aire circundante, calentándolo. Pero para calentar toda la habitación se necesita que se produzca también el fenómeno de calentar por “convección”, que aprovechando que el aire más frío pesa más y va al suelo, en contacto con el radiador caliente se va elevando al calentarse y pesar menos, subiendo hasta el techo, donde “tropieza, ya menos caliente o frío, y vuelve a bajar al suelo, donde al volver a calentarse se vuelve a elevar y así sucesivamente. Por lo tanto es muy importante este fenómeno que permite calentar todo el aire de la habitación con estas corrientes de convección. 

¿Quiere decir eso que si tiene más aletas será más rápida la convección? Pues no necesariamente, pues si bien tiene más superficie en contacto con el aire también es cierto que su temperatura, y por tanto el calor retransmitido al aire, es menor, por lo que una cosa compensa a la otra. 

La única forma de calentar con radiadores, sean los que sean, ahorrando energía es parándolos o programando sus tiempos de funcionamiento para cuando sea necesario. Limitando su temperatura a la correcta, no en exceso, muy distinta en cada fase (menor por la noche al irse a dormir). 

No creo, sinceramente, que una estética más bonita, unos litros de aceite, unas aletas de disipación del calor más grandes y un programador y termostato que entre ambos, de coste de fabricación no superan los 15 euros (placa electrónica) justifique, como dice JOSÉ MANUEL, los 150 euros de diferencia de precio entre el radiador seco y los emisores térmicos. 

Para terminar: no he mencionado los problemas de las fugas de aceite y los cambios de la placa electrónica si se averían: Esta última hay que sustituirla por completo por otra, con un desembolso realmente importante. Y si pierde aceite, hay que enviarlo a Fábrica. No se puede reparar en el Servicio Técnico.  Sik está el aparato en garantía te da molestias y esperas. Pero si la garantía ha termibado, lo mismo pero además un coste elevado.

Espero que los deslumbrados por los emisores tengan en cuenta lo que he dejado escrito. 

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lunes, 15 de octubre de 2012

Encimeras de INDUCCIÓN: discrepancias sobre su ahorro energético




Dos lectores, OSCAR y LUCY me escribieron sendos comentarios discrepando sobre el ahorro de las encimeras de inducción sobre las vitrocerámicas tradicionales. Luego escribí un artículo para OSCAR y otro para LUCY, rebatiendo sus argumentos. Ahora ambos vuelven a la carta expresando su disconformidad con lo que yo decía y me expresan de nuevo también su disconformidad con dicho ahorro. Por ese motivo vuelvo a escribir este artículo sobre el tema, para rebatir sus nuevos argumentos y  demostrar otra vez que la encimera de inducción ahorra un 40 % de electricidad respecto a la vitrocerámica tradicional.


Las primeras encimeras de inducción empezaron a comercializarse en 1.988..Desde entonces acá han pasado 24 años de sucesivas y numerosas patentes que han ido mejorando día a día el producto, tanto en sus prestaciones culinarias como en su fabricación y rendimientos. 

En 1981 el departamento de I+D+i de la entonces “Balay S.A.”  y la Cátedra de Electrónica de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Zaragoza iniciaron las investigaciones sobre la tecnología innovadora de inducción, dentro del Plan Concertado de Investigación Científica y Técnica (CAICYT). 

En 1996 comenzó el proyecto de I+D Inducción III, realizado por BSH en colaboración con la Universidad de Zaragoza, que dio lugar en 1999 al lanzamiento del primer modelo compacto, en el que la electrónica ya estaba integrada en la zona de cocción. 

En los Estados Unidos de América, país donde se inició el invento de las encimeras de inducción, después de unos años, abandonó prácticamente el sistema y la investigación, que retomó Europa por la evidente mejora tecnológica y de ahorro de energía y de aprovechamiento energético que suponía seguir investigando y mejorando la inducción . 
Resumo ya las manifestaciones del Comentario de OSCAR (podéis verlo en su totalidad aquí). Como de costumbre, iré transcribiendo sus argumentos (letra cursiva y “en negritas” y contestando por mi parte) .: 

Dice OSCAR: 

“1.- No soy exoerto en el tema pero confío en mi intuición”.- Amigo OSCAR, la intuición se equivoca muchas veces, sobre todo cuando no conoces a fondo el tema. 

"2.- Para contrarrestar mis opiniones sobre la inducción, esta vez mer he iunformado bien". Veamos dónde y de qué te has informado. 

"3.-No es fiable Wikipedia".- Yo considero que es más fiable, neutral y con menos intereses creados que los artículos de periódicos, de empresas o de publicidades interesadas. He revisado lo que se publica sobre la inducción y no le encuentro ni el más mínimo reparo. 

"4. -Sí es fiable el DOE (Departamento of Energía US), que dice “la eficiencia de transmisión de energía en la cocina de inducción es del 84% frente al 74% de las vitrocerámicas” No entiendo por qué es fiable el DOE de USA, que has encontrado precisamente en el artículo de la “no fiable” Wikipedia. Precisamente el artículo en cuestión llevaba fecha de 1988, cuando las encimeras de inducción acababan de salir al mercado, siendo todavía verdaderos armatostes en comparación con las sofisticadas y eficientes tecnologías digitales de las de hoy. Amigo mío, cuando se lee, hay que leerlo todo y fijarse lo necesario. No solo vale la intuición, que también. 

"5.- Para los que no sepan ingles les pongo otro enlace, esta vez del IDAE. Se trata de una guía de etiquetado energético, donde describen los equipos sin etiqueta energética como la vitrocerámica” Pero OSCAR, ¿Es que no has visto en ese conjunto de eficiencias energéticas que la máxima eficiencia es todavía la A? ¿Cuántos años lleva escrito ese trabajo del IDAE? Ni siquiera hablan de la eficiencia A+, que hace ya varios años que se aceptó. Y por supuesto, siguen manteniendo las clases F y G, que se anularon hace dos años. Y eso se encuentra en la “fiable” según tu opinión del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético) 

El IDAE tiene escrito todavía en su divulgativo sobre la eficiencia energética en esa Web que "El calentamiento por inducción es un buen ejemplo de tecnología más eficiente, pues consume un 20% menos y no provoca calor residual. Su consumo es eléctrico.". Perfecto. Como siempre el IDAE va guardando antiguallas y no pone al día sus informaciones. Eso del 20 % era antes de la “era Sebastián”, que afortunadamente concluyó. Pues bien: En el IDAE no se actualiza nada. Igual que en el tema de las etiquetas energéticas, que desconocen su puesta al día desde los años 90, pasa lo mismo con el imaginario ahorro que suponen los lavavajillas y lavadoras “bitérmicas”, que funcionaban con agua caliente del calentador a gas o con energía solar. Por cierto ¿Cuántos españoles tienen alimentación de energía eléctrica solar producida en sus casas? En cuanto a calentar el agua con gas, eso podía tener cierto sentido (no mucho) hace 40 años. Hoy no tiene ninguno. Ver mis artículos donde lo explico. Pues el IDAE sigue dejando su coletilla, sin enterarse de los cambios

El otro tema de las verificaciones del IDAE, ver mi artículo sobre los millones de euros que nos costó a los españoles el masivo engaño de los datos falsos sobre la eficiencia energética de los electrodomésticos que se tragaron en ese Instituto estatal, dependiente del Ministerio de Industria cuando lo manejaba el polifacético, descorbatado y especialista en nada: el ministro Miguel Sebastián. 

Por cierto. Debo hacer una rectificación. He dicho que el IDAE no es fiable, y sin embargo he pasado por alto una afirmación contenida en lo del ahorro de la inducción. Reconozco que tienen razón cuando dicen “…consume un 20% menos y no provoca calor residual. Su consumo es eléctrico” En eso sí tiene razón el IDAE: el consumo de la inducción ES ELÉCTRICO. A menos que alguien esté por ahí investigando la encimera eléctrica de inducción a GAS… (Como la broma de los "bitérmicos") que todo podría ser…en el IDAE )

"6.- Respecto a la explicación que incluyes en el artículo, la pérdida de calor continua se produce, si es el caso, por los bordes no cubiertos por la paella que están a bastante menos temperatura. La parte cubierta por la paella que está a 500ºC no son pérdidas si no transmisión de calor útil hacia la paella. No hay pérdidas significativas en la parte cubierta, más que aquellas derivadas del calentamiento del cristal hasta los 500ºC, a partir de ahí es calor transmitido.”. Lo siento, OSCAR, no has entendido nada de mi artículo. Yo digo que se llega hasta 500 ºC. en el cristal de la encimera VITROCERÁMICA, no en la de inducción, que no llega ni a 100 ºC 

En la vitrocerámica tradicional se llega a poner el cristal a 500 ºC para poder calentar la base de la sartén o recipiente. Perdiendo además, como tu apuntas, por las zonas de “no contacto” de la sartén o paellera que no cubren la zona caliente, y que se pierde en su totalidad. O sea que pierde calor por calentarse para poder transmitir a la sartén una parte de ese calor y pierde la superficie no cubierta por la sartén, que va calentando el ambiente… En cambio, en la inducción, el cristal no se calienta. El calor pasa directamente a la base de la sartén, y ese calor es el que pasa a los alimentos. 

Si quisieras calentar tres habitaciones contiguas pero solo tuvieras calor en la primera, deberías abrir la puerta que da a la segunda, calentarla y abrir la `puerta de la tercera para que le llegara el calor. Pero tiene otra solución: cerrar las puertas y poner un tubo que lleve el aire calientecalor desde la primera a la tercera, sin necesidad de calentar la segunda. ¿Qué sistema sería el que aprovecharía mejor el calor? Vamos OSCAR, aplica tu intuición…que aquí no te fallará… 

En cuanto a los comentarios de LUCY, son 


"1).- Entiendo perfectamente el concepto de potencia y tiempo. Simplemente me refería a que habitualmente los focos de inducción tienen MAS potencia que los focos radiantes, es por tanto hasta cierto punto normal que sean mas rapidos, eso si, a cambio de un mayor consumo de potencia POR CADA UNIDAD DE TIEMPO. Insisto, he cambiado de radiante a inducción y de vuelta al radiante, NO HE VISTO NINGUNA MEJORA EN MI FACTURA, y reto a cualquiera a que me demuestre esa mejora con facturas por delante. Estoy convencida de que es una leyenda urbana". Vamos a ver, LUCY, ¿Quién te ha dicho que los “focos de inducción tienen más potencia que los radiantes? Eso no es así, y aunque en algún caso pueda serlo, estamos hablando de consumo eléctrico (KWh), no de potencia. (KW) Por lo que se entiende que la comparación es siempre a igualdad de calor generado (KWh consumidos). 


"2).- Evidentemente si damos por supuesto que la inducción es un 40% más eficiente que la tradicional, eso será valido para cualquier consumo, pero tengo dos comentarios que hacer a esto: 

2.a) Lo del 40% NO ME LO CREO, y como estamos moviendonos en el terreno de las creencias porque no hay ningun ensayo normalizado o etiqueta energetica, me creencia es tan valida como la de los fabricantes (que obviamente quieren vender nuevos electrodomesticos mas caros), por cierto sería conveniente que hicieran publico el sistema que utilizan para llegar a esa conclusión. Bien, LUCY. No te crees los ensayos de los fabricantes. ¿Tampoco te crees los ensayos de BOSCH SIEMENS Gmbh?, en mi opinión quizá el primer Grupo de electrodomésticos mundial a nivel de potencia, avances tecnológicos, investigación, y fabricación. Y si no te crees lo que ha mejorado este Grupo en las encimeras de inducción, ¿Tampoco te crees a los catedráticos de la Universidad de Zaragoza, involucrada en el proyecto de ID impulsado por BOSCH ¿Tampoco al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) de la Universidad de Zaragoza? 

Parece que no crees en todo eso. Tú crees en tus facturas de la luz. Las que te van viniendo cada mes. A pesar de que en los últimos cuatro años haya subido la electricidad un 80 %, y que además de la encimera tienes un montón de electrdomésticos, luces, televisión ordenador, etc. Y a pesar de todo esto no notas ninguna diferencia…. Pues sigue creyéndolo así. Yo no te voy a convencer. Pero tampoco rus argumentos me convencen a mí. Y creo que he dado suficientes explicaciones del por qué. 

"b) El 40% siempre será el 40% pero en kWh es muy diferente que se lo apliques a 6kwh que a 2kwh, el ahorro resultante no será el mismo." Por supuesto que se ahorrará más dinero con más KWh que con menos. Pero siempre será el 40 % que es lo que yo he dicho. Al menos no recuerdo que haya dicho cantidades de ahorro sin indicar a cuantos KWh corresponderían.

"3) Seguridad y salud. Yo no sería tan categorica en esas afirmaciones, en estos asuntos de radiaciones electromagneticas mas de uno se ha pillado los dedos en el 
pasado, por ejemplo con las con la radiografias o con los móviles, en los que gracias a la insistencia de muchas asociaciones, se ha conseguido crear legislación restrictiva en cuanto a las emisiones generadas. No se puede entender de todo, y especialmente estos asuntos son muy complejos, los cientificos expertos no se ponen de acuerdo, mi pregunta es: puedo entender el asumir riesgos con la telefonía movil, realmente la ventaja que ofrece la movilidad puede valer la pena, pero para cocinar un minuto mas rapido????????? POR DIOS!!!

Un saludo a todos, Lucy." 

La única limitación de las encimeras de inducción es el consejo que las personas con marcapasos no cocinen con estos aparatos. No hay ninguna más. Nada tienen que ver con los teléfonos, ni con las radiografías, que no son lo mismo, sino imágenes producidas por isótopos radiactivos, y por tanto deben usarse con mucha precaución y poca frecuencia- 

.Las ondas electromagnéticas se viene produciendo en los motores eléctricos desde su creación, y no sé de ningún caso que haya perjudicado a la salud la cercanía a motores eléctricos. ¿Por qué habrían de hacerlo las mismas ondas en la encimera de inducción? 

Finalmente gracias te doy, LUCY, por saludar a todos los lectores

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viernes, 12 de octubre de 2012

¿Es rápido el avance del incremento de la Eficiencia Energética de los electrodomésticos?



QUIQUE, un lector del blog, me ha dejado un Comentario donde dice no estar de acuerdo con mi optimismo sobre la mejora de los electrodomésticos, Compró una lavadora Clase Energética A hace 9 años y ahora ve en un catálogo de un hipermercado que todas las lavadoras que publicitan son de la Clase Energética A+, deduciendo por tanto que la evolución es bastante más lenta de lo que yo digo, y que si él reemplazara ahora la suya, por el ahorro calculado no le compensaría. 


Como podéis suponer, si QUIQUE no estaba de acuerdo conmigo, ahora soy yo quien no está de acuerdo con él. Pero como no se trata de argumentar sin más objetivo, he elaborado este nuevo artículo para contestarle y aprovechar su mayor difusión por este medio para que llegue a otros lectores que sientan la misma inquietud que QUIQUE. Transcribo su Comentario. 
"QUIQUE, 2 de Octubre 
Enhorabuena por tu página, es muy completa, y se agradece tu dedicación.Sin embargo, yo no veo tal optimismo en la mejora de los electrodomésticos, al menos no tanto como parece. Te cuento mi experiencia, hace 9 años, compramos todos los electrodomésticos de la casa, concretamente la lavadora (que funciona perfectamente) es de clase A. Por lo joven que era y el dinero que me gasté, la lavadora era y es de gama media, en cuanto a calidad y consumo. Ayer, consultando un folleto de un hipermercado, veo que todas las lavadoras que publicitan, tienen clase A+.  
A donde quiero llegar, es que la evolución es bastante más lenta del ejemplo que pones, en 9 años, si ahora reemplazara, pasaría de gastar 327 a 274, con lo que no me compensaría en absoluto.” 
Comenzaré por establecer la fecha de puesta en marcha de las clasificaciones mediante las Etiquetas de Eficiencia Energética de los electrodomésticos por el Parlamento Europeo. Fue en 1.994, estableciendo las 7 categorías o clasificaciones energéticas, desde la A como más eficiente, hasta la G, la menos eficiente, pasando por las D y E como MEDIAS. Esta decisión se tomó después de numerosos estudios, partiendo de lo que en aquel año había en el mercado: la media de consumo otorgada a las letras D y E. El desafío propuesto a los fabricantes era que dejaran de fabricar los aparatos menos deficientes F y G, y fueran mejorando la eficiencia energética hasta llegar al mayor objetivo previsto: la Clase Energética A en el menor tiempo posible. 

Los fabricantes se lanzaron a la lucha por mejorar las clasificaciones energéticas de los aparatos, porque, de otro lado, los países componentes de la Unión podían apoyar con subvenciones las mejoras en la eficiencia de los aparatos, buscando el menor consumo de éstos y el ahorro energético que podía suponer para los países. 

Aquella normativa de las siete letras se vio desbordada 16 años después, aprobándose una nueva que ampliaba tres nuevas categorías más eficientes por encima de la A, que se denominaron A+, A++ y A+++. Pero como la idea de mantener siete categorías prevaleció, al fomentar las 3 nuevas más eficientes, se eliminaron las tres últimas letras, la E, F y G, por menos eficientes, que ya no pueden fabricarse. Por lo tanto, sigue la norma de 7 categorías

Vemos pues que desde 1.994 hasta 2.010 han pasado 16 años para ampliar las tablas de eficiencia. Pero eso no quiere decir que todos los aparatos que se estén fabricando, incluso hoy día, deban ser superiores a la clase A, pues todavía los hay de más bajas clasificaciones y son igualmente aceptadas. Lo que sucede es que afortunadamente los usuarios van entendiendo el gran ahorro conseguido y las compras se van derivando, cada vez más, hacia las mayores eficiencias, por el ahorro económico que significa por sus menores consumos en agua y en electricidad, detergentes, aditivos, etc, y que además son fomentadas esas compras de aparatos más eficientes por los diferentes estados de la Unión, con planes como el que en España se llama ”RENOVE”, que subvenciona la compra de un aparato de la clase más eficiente con una compensación relativamente interesante. 

Yo vi nacer las lavadoras automáticas en España en los años 60 y 70. Pero justo cuando se lanzaba al mercado un modelo, los fabricantes ya estaban trabajando en sus laboratorios para sacar un nuevo modelo mejor, más práctico y con mejores resultados. Esto fue así, pues cada fabricante buscaba diferenciarse de los demás con una mayor calidad y prestaciones de sus aparatos. Pero esa pugna de los fabricantes no llegaba al gran público y tampoco a los clientes finales. 

El gran y definitivito impulso lo dió la Unión Europea al adoptar las clasificaciones energéticas obligatorias en los aparatos, puesto que permiten que el comprador pueda comparar, con datos lógicos y medibles, las ventajas económicas de los de mayor eficiencia. Y así ha sido. Como he dicho, la implicación de los fabricantes fue total. Especialmente por ser de los primeros en las mejoras, pensando que los que no las alcanzaran, como así ahí sido, desaparecerían del mercado

Vanos a nuestro amigo QUIQUE. Dice que él compró hace 9 años una lavadora de clase energética A. Así pues la compro en 2.003. Fijaos que en la primera tabla de Clasificación Energéticaa, la del año 1.994, había tres escalones de eficiencia a subir, por encima de la media de los aparatos de aquel momento, que eran de clases D y E como de consumo "medio", con dos por debajo F y G, y tres por arriba, C, B y A. Se tardó pues unos nueve años en alcanzar la letra A. Esta clasificación siguió siendo válida hasta 2.010, donde se cambió a la nueva clasificación que entró en vigor en Junio de 2.011. Pasaron pues 16 años para desbordar el antiguo tope de las clasificaciones. Y ahora resulta que, en 2.012, dos años después de haber lanzado las nuevas clasificaciones más eficientes, que son otra vez tres, como en la primera ocasión, hoy, dos años después, no hay prácticamente ninguna marca de prestigio que no tenga al menos algunos aparatos en la máxima clasificación A+++, varios en la A++ y pocos en la A+ y prácticamente ninguno ya en la A. Amigo QUIQUE, ¿No es esto ir rápido? Pues realmente no es ir rápido, sino que es VOLAR. Los tres primeros peldaños de la primera clasificación tardaron 16 años en subirse. Los tres últimos han tardado dos años en alcanzarse. ¿Es esto lento? Y aquí no acaba la cosa. No pasará mucho tiempo en que vuelvan a moverse esas clasificaciones, al alza, claro. 

Finalmente QUIQUE, vamos a poner las cosas en su sitio. Si he hecho varios artículos enseñando a calcular si es rentable o no el cambio de aun aparato por otra más eficiente es porque en cada caso HAY QUE CALCULARLO. Mediante esas tablas puede hacerse con los ejemplos que he ido poniendo. Lo que sucede es que muchas veces generalizo y digo (y sigo afirmando) que si tienes un aparato de hace 15 años, no hace falta hacer ningún cálculo: cámbialo pues en aquel momento tenía una eficiencia D/E y hoy puede comprarlo hasta de A+++. 6 categoría por encima, lo que representa seguro que es absolutamente amortizable a corto plazo y muy rentable durante su vida útil. 

Finalmente, el hecho de que la publicidad de ese hipermercado hable solo de lavadoras de clase energética A+ (solo un escalón por encima de la que tú compraste hace 9 años) solo indica que tienen el producto del precio bajo habitual en ese tipo de establecimientos. Pero mira los catálogos de otros comercios especializados o las Webs de las marcas de más prestigio: todos tienen ya la A+++ 

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miércoles, 10 de octubre de 2012

¿De qué potencia deben ser los calefactores eléctricos? Preguntan desde LANJARÓN


RUBÉN, un lector, licenciado en Educación Física y profesor en LANJARÓN (Granada), me ha dejado un Comentario en dos de mis artículos, hablando de la "inercia térmica" y consultas sobre unos calefactores eléctricos para su hogar. Así, aprovechando las consultas de RUBÉN, vuelvo otra vez con la imaginación al pueblo donde nací, sin necesidad de recurrir a GOOGLE EARTH. 


Empezaré por reproducir el comentario de RUBÉN, para que mis lectores puedan ver las consutas y entender las respuestas, como acostumbro a proceder siempre en estos casos. Pero en esta ocasión, lo confieso, con un cariño especial hacia mi pueblo, sus naturales y los que, como RUBÉN, tienen la suerte de ejercer la docencia en tan añorado entorno natural. Veamos lo que dice nuestro amigo docente. 
"Estimado Antonio:Es un lujo disponer de asesores altruistas como usted. Leyendo su pequeña biografía, veo que nació en Lanjarón, curiosamente pueblo donde yo desempeño mi labor como docente y encantado que estoy. He llegado a su blog buscando opiniones sobre emisores de fluido baratos, caros y secos baratos y caros.
Estaba decidido por los de fluio, entre haverland y gabarron, pues creia haber encontrado precios competitivos. Previamente haber comparado precios de secos en Bricodepot, aki y leroy, estos últimos marca equation.La historia es que con tanto mercado, tanta opinion y sin ser experto uno no sabe que es mas eficiente. 
Un vecino, instalador y vendedor, el otro día me decía que los de fluido gastan menos por lo de la inercia térmica(se me quedo claro que no con sus comentarios anteriores) y entre marcas conocidas y no conocidas que la diferencia es el ruido que emiten al conectarse - desconectarse o cuando están calientes. ¿que opina usted de esto? ¿sigue aconsejandome los más baratos? Por ejemplo. Acabo ver unos en bricodepot de 900 w por 95 euros??? El piso tiene una habitación (cocina + salon) de 25 M, pensaba en poner 2 de 900w. Dos dormitorios de 12m cada uno, 900w por dormitorio. ¿Lo ve bien? Gracias" 
Tengo claro, amigo RUBÉN, que lo de la inercia térmica, al leer mi artículo sobre HAVERLAND no te produzca ya ninguna duda. Lo que tarda más en ceder calor al ambiente el aparato con aceite o cualquier otro líquido, por la necesidad de calentarlo primero, es lo que, al desconectarlo, sigue cediendolo al ambiente hasta alcanzar la temperatura de la habitación. Pero el consumo en KWh y por consiguiente, las Kcalorías aportadas por cada KWh (860,4) son siempre las mismas. Por tanto, todo aquel que publicite que sus calefactores ahorran dinero porque “siguen calentando” después de apagados, o no tienen ni idea de lo que dicen, o lo que es peor, engañan a los consumidores. 

Dicho esto, vamos al tema del ruido de conexión y desconexión del aparato, e incluso durante su funcionamiento. En efecto, puede haber ruidos producidos por la dilatación de los materiales del calefactor, quizá más en unos que otros. Pero la única forma de averiguar si el ruido se produce y si es soportable o no, es que en el momento de la compra, te pongan en marcha el aparato que normalmente tienen en exposición. Solo así saldrás de dudas. No obstante creo que normalmente no se producirá ese ruido que alegan los fabricantes de calefactores que funcionan con aceite. 

No hace falta incidir en que cualquier tipo de calefactor eléctrico consume igual que otro a igualdad de potencia, incluidos por supuesto los “emisores térmicos” bautizados con ese pomposo nombre por sus fabricantes con objeto de buscarles un factor diferencial como ahorradores de electricidad cuando tal ahorro no existe. (ver mis artículos sobre la materia en  Emisores Térmicos (calefacción) (27)

He de decirte, amigo RUBÉN, que recibí tu primer comentario del día 6 y lo dejé pendiente de contestar porque tenía in mente preparar un artículo que hablara de los precios de los calefactores eléctricos y de los emisores térmicos (que son lo mismo, claro). Hecho el artículo, tenía previsto hoy elaborar la respuesta con este otro artículo y te has adelantado con tu nuevo comentario. Y eso está bien, por lo que recomiendo a mis lectores que si no reciben respuesta a sus consultas en unos días, vuelvan a enviar su comentario pues no sería la primera vez que se me pierde alguno, porque no es raro que entre 1.629 comentarios recibidos/contestados hasta ahora en los poco más de dos años desde el inicio del blog, se pierda alguno, como de hacho ha sucedido. 

En el artículo citado, que habla de una marca concreta, no es que quiera publicitarla, sino que me ha llamado la atención sus buenos precios y que muchos aparatos llevan incluidos ya el termostato y el programador, con lo que, a efectos prácticos, estos aparatos (y los similares de otras marcas) son comparables, en cuanto a consumos, eficiencia energética, prestaciones, etc., a los caros bautizados como “emisores térmicos” 

Vamos finalmente a comentar la propuesta de RUBÉN de la potencia de cada aparato en las correspondientes habitaciones de su casa. Teniendo en cuenta que LANJARÓN tiene una temperatura media en invierno de 7 ºC, y que orientado al sur, recibe el sol todo el día, no creo que sea necesaria más potencia de la que tú indicas. Pero tengo dos observaciones. 

¿Qué potencia contratada tienes en tu casa? Ten en cuenta que con los dos calefactores de 900 W para el salón-cocina y los otros dos también de 900 W para ambas habitaciones, sumamos 3.600 W. Mira a ver en el contrato de la luz o cualquier recibo, la potencia contratada. Si es superior a 4 KW, adelanté. Siempre que no pongas otros aparatos de consumo importante (lavavajillas, lavadora, secadora, etc) al mismo tiempo. Si es inferior, deberías solicitar un incremento de potencia a la compañía eléctrica, aunque eso representa un pago fijo mayor, uses o no uses toda la potencia, durante todo el año, Si este fuera el caso, o te adaptas al coste o podrías pensar en una estufa de butano para el salón… Solo añadir que quizá deberías pensar en un pequeño convector con ventilador, para calentar el baño por ejemplo, ya que el calentamiento por aire caliente es inmediato. Y en el caso del baño, sirve además para desentelar espejos y paredes. 

Para terminar este punto, si tienes potencia contratada de sobra, te sugiero que algunos aparatos los compres con 2 potencias, por ejemplo, 900 ó 1.000 W en la primera, y en la segunda, 1.500 W. De esa manera, podrías conectar la potencia máxima en el momento inicial del calentamiento, pues se ambientaría más rápidamente. Y no se consume ni un KWh más, ya que, si el aparato lleva termostato, como sería el caso, al llegar a la temperatura prevista, se desconectaría. Por lo tanto, a mayor potencia, menos tiempo de funcionamiento. Y el consumo, el mismo

Terminadas las consultas, amigo RUBÉN, te diré que he leído algo en tus blogs, que volveré a retomar en otro momento, pues siempre he admirado a los maestros, profesores, catedráticos y a cualquier persona que se dedique a la docencia, que considero una de los trabajos más importantes, serios y gratificantes a los que pueden dedicarse las personas. Decirte también que me ha sorprendido en tu blog la implicación de los alumnos en los proyectos, en buscar por ellos mismos lo necesario, motivarlos y dirigirlos. En una palabra: enseñarles a pescar. No solamente darles los peces.  Tus alumnos y el Centro deben estar agradecidos y contentos con tu labor. Otra cosa: me gusta eso de buscar empleos futuros aprovechando las riquezas naturales del pueblo. Y todavía más si eso, como haces tú, se lo infundes a tus alumnos, pues ellos serían los primeros en ser compensados por su labor. Y la tuya. 

Me ronda por la cabeza acercarme unos días a LANJARÓN. Hace más de 20 años que no he ido. Aunque como diría en mi caso Alonso Quijano, "En un lugar de Andalucía de cuyo nombre me acuerdo cada día..." Necesito volver. Buscar a mis amigos, que algunos viven ahí. Y disfrutar andando por las calles, por el entorno, hablando con la gente, admirando el paisaje, gozando de la gastronomía… Y bebiendo el agua, aunque eso vengo haciéndolo desde hace muchos años. Pues en mi casa no entra otra agua embotellada que no sea de LANJARÓN. Tengo tu correo. Si llego a hacerlo, me gustaría saludarte personalmente, Por lo que te avisaría. Recibe un fuerte apretón de manos, y ya sabes donde estoy, si necesitas o quieres comentarme algo. Y si hay algún “cañonero” más que siga mi blog, me gustaría mucho saberlo. Un abrazo para todos. 

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