Un lector asiduo, OSCAR S., que ha planteado varias preguntas en sus comentarios a mis artículos, duda ahora de mi afirmación sobre el ahorro que suponen las encimeras de inducción sobre las encimeras vitrocerámicas tradicionales, alegando que porque se caliente el cristal en estas últimas, no puede ser que se produzca el citado ahorro, pues también se calienta el cristal en las de inducción. Todo esto deriva de un artículo que escribí sobre ambas encimeras.
No me importa aclarar las dudas de mis lectores y creo que lo he demostrado suficientemente ampliando explicaciones cuando ha sido necesario. Pero el planteamiento de OSCAR S., negando mis argumentos sobre el ahorro del 40 % por las de inducción me suena a “Santo Tomás”. No se lo cree si no mete el dedo en la llaga. Lo que sí le digo es que sigo siempre un consejo que nos dio un catedrático en clase en el primer año de carrera. Nos dijo más o menos lo siguiente: “para afirmar una cosa y escribir sobre ella, es necesario saber 10 veces más de lo que escribáis. Si no es así, no sabéis lo suficiente del tema como para escribir sobre él”. Desde entonces procuro huir de los axiomas y demostrar lo que escribo. Y como yo lo hago, me permito recomendarle el consejo a OSCAR S.: que para discutir o rebatir sobre un tema, concretamente sobre el ahorro de las encimeras de inducción, procure informarse bien antes de dejarse llevar por SU intuición.
Me toca pues a mí demostrarle al lector que se equivoca y que llevo razón. Pero primero transcribiré su comentario, que dice así:
“OSCAR S. 21 sdeA¡Septiembre
Hola,
creo que un 40% es demasiado. Si bien es ciento que se calienta el cristal, solo lo hace una vez en cada uso. Si estamos hablando de un uso de 3h diarias repartidas en 2 o 3 usos diarios, la energia para calentar el cristal 3 veces no parece que deba ser el 40% de 3 horas de uso, esto indicaria que estarimos mas de una hora solo calentando el cristal. Desconozco los detalles de temperatura del crital, masa y demás, pero no estaria de mas profundizar en este aspecto, ademas del cristal tambien se calienta la resistencia y parte del equipo. Teniendo en cuenta como comentas que el la inducción tambien acaba calentándose el cristal aunque menos.
Para aumentar la eficiencia las ollas i paellas deberian tener un aislante en la parte inferior, incluso en los laterales, para evitar las pérdidas y quemaduras de paso. Ceràmira?
Oscar”
No se trata de que se caliente el cristal en la encimera vitrocerámica tradicional. No que lo haga solo una vez en cada uso. Lo que sucede es que se calienta ¡a 500 ºC! y se mantiene esa pérdida de calor CONSTANTE mientras se usa. No es un calentamiento y se acabó. Es una pérdida de calor continua. En realidad es como si pusieras una estufa eléctrica de resistencias en marcha e hicieras la comida en un recipiente puesto sobre esa estufa.¿lo entiendes, OSCAR? Si estás cocinando una hora o tres horas, estás calentando el ambiente, la placa de cristal, las resistencias y también, lógicamente, el recipiente usado para cocinar. No es lo mismo que en el caso de la de inducción, que llega a una temperatura por debajo de 100ªC y al ser calentado el cristal por la base de la sartén o recipiente, por conducción, no sigue subiendo y una vez caliente, ya no se pierde más calor.
Sí, ya sé que dirás que porque lo diga yo no tienes por qué creerlo. Si no tienes suficiente, supongo que sí creerás un estudio completísimo y muy concreto y bien explicado, hecho por el Grupo BOSCH (BOSCH SIEMENS HAUSGERÄTE Gmbh) que por su interés os recomiendo leáis completo. Está ‘hecho a modo de Power Point, y es sumamente didáctico. De ese estudio extraigo un gráfico demostrativo de mi afirmación sobre que la inducción ahorra hasta un 40 % del consumo de una vitrocerámica tradicional.
En el enlace último a BSH `podéis ver una serie de importantes explicaciones y un gráfico de columnas (que no me deja copiar) donde observareis los diferentes rendimientos térmicos de cada tipo de encimera, que es el aprovechamiento del calor producido por un consumo de energía eléctrica igual en todos los casos. Vemos que el rendimiento térmico de la encimera vitrocerámica tradicional es del 50 % y con igualdad de consumo eléctrico, la de inducción tiene un rendimiento térmico del 71 %. Ahora pongamos que en ambos casos el quemador consume 2.000 vatios y está funcionando una hora. Habrá consumido 2 KWh, igual sea cual sea el sistema.
Pero ¿Cuánto aprovecha la vitrocerámica? solo el 50 % del calor generado. Y ¿Cuánto aprovecha la de inducción? Pues el 71 % del calor generado.
El calor aprovechado para cocinar en el caso de la vitrocerámica, será 2. KWh x 50%, o sea, aprovecha la mitad, 1.000 vatios. En el caso de la de inducción aprovecha para cocinar el 71 %, o sea, 1.420 vatios. Quiere decirse que ahorra este sistema 1.420 – 1.000 = 420 vatios. Si dividimos 420 por 1.000 y lo multiplicamos por 100 nos da un ahorro del 42 %. ¿De acuerdo, OSCAR, émulo de Santo Tomás, o necesitas más pruebas? Y otra vez que no creas en algo porque no lo comprendes, opina, NO AFIRMES. Y mi consejo: para afirmar una cosa, debes saber de ella 10 veces más de lo que digas. ¿Te suena?
Insisto en que los que se interesen por el tema vean completo el excelente -y muy bien explicado- estudio del grupo alemán BSH.
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