viernes, 6 de febrero de 2015

¿Cómo y quién calcula, concede y controla las clasificaciones Energéticas de los electrodomésticos y las Etiquetas Energéticas?



Esté interesante tema de hoy lo han levantado dos sagaces lectores: ROSA, habitual por sus muy frecuentes observaciones y comentarios en el blog, y MARIO. Se refieren ambos a mi anterior artículo donde comparaba la Eficiencia y Etiqueta Energética de dos aparatos. La duda de ROSA es: teniendo un dato de consumo anual, ¿Qué sucede si se utiliza más o menos el aparato? Y la aportación de MARIO es “…el dato kWh anual lo da el fabricante pero sería interesante saber cómo se hace esa estimación…” Como veréis, amigos lectores, las observaciones de una y otro merecen una explicación, y creo que a muchos de vosotros seguramente os han asaltado las miasmas dudas. Vamos pues a profundizar en este interesante y bastante desconocido tema. Comenzaremos por leer los dos comentarios.


"Anónimo5 de febrero de 2015, 10:58Rosa
Buenos dias, Antonio.
Me ha surgido una duda respecto a la eficiencia energética y el artículo actual. ¿Podría darse la situación de que si se le va a dar un uso al electrodoméstico "más frecuente" de lo habitual pudiese interesar el de mayor eficiencia porque se amortizase antes? He pensado en el caso de las familias numerosas.
Hasta pronto"
"Mario5 de febrero de 2015, 21:33Hola.
Creo que es una buena pregunta 
(se refiere a la pregunta de ROSA) ya que el dato kWh anual lo da el fabricante pero sería interesante saber cómo se hace esa estimación. Por otro lado, hace dos años que vengo utilizando diariamente una Balay bastante similar a la del artículo y hasta la fecha cero problemas.”
Duda correcta de ROSA, ya que cuanto mayor uso se haga del aparato, más conviene (es más rentable) que el aparato tenga una eficiencia energética mayor, y también lo contrario, a menor número de usos del aparato, más tiempo costará amortizar el coste de la mayor eficiencia energética del mismo...

En realidad, el dato del consumo de kWh anual de los electrodomésticos es un dato COMPARATIVO para que, en el momento de comprar el aparato, podamos ver su Etiqueta Energética y comparar cual consume menos. Para eso, debe compararse con el mismo número de veces que se utilizará en un año, tomando un dato estudiado y que es el mismo para todos los fabricantes y aparatos. Los ensayos obligatorios para certificar la eficiencia energética de un electrodoméstico, y por consiguiente su Etiqueta Energética, los hace, como bien dice MARIO, el ’fabricante, pero con unos métodos y procedimientos establecidos por la Unión Europea, cumplimentando todos los protocolos, finalmente se obtiene la Eficiencia Energética que figura en la Etiqueta Energética.

Tales ensayos se adaptan escrupulosamente a los protocoles oficiales y pueden hacerse en Laboratorios de Ensayo autorizados o bien en el propio Laboratorio del fabricante si está homologado y autorizado para ello. Luedo la Comisión Europea puede controlar, fiscalizar, verificar laboratorio y aparatos para verificar la correcta certificación de Eficiencia, como se viene haciendo periódicamente.

¿Cuáles son entonces las cifras de uso anual de los aparatos? Estos datos del protocolo no los he encontrado todos, pero sí los más interesantes y que nos dicen cual es la utilización anual, que ha servido para hacer los cálculos de eficiencia comparativa. Veamos algunos:
  • Lavadoras: Los cálculos de consumo anual de energía se basan en 220 ciclos al año
  • Lavavajillas: Los cálculos de consumo anual de energía se basan en 280 ciclos al año
  • Frigoríficos: Conectados las 24 horas del día, todo el año
  • Secadoras: No he encontrado el dato, pero podríamos suponer que es equivalente al número de lavados: 220 al año
Lógicamente entre los datos de los productos figuran en cada aparato las cargas estándar y tipos de ropa, de vajilla o alimentos, etc., de tal forma que todos los ensayos se hagan con los mismos datos de origen. Con eso se obtienen los datos de Eficiencia y Etiquetas Energéticas para poder comparar aparatos. Luego, en su casa, cada uno hace los lavados o secados que lnecesita y por consiguiente, la cifra estándar de consumo anual variará en la práctica. Por eso digo que estos datos de la Etiqueta son solo COMPARATIVOS.

Aquí enlazamos de nuevo con la pregunta de ROSA: en efecto, luego en nuestras casas no se cumplirá el consumo estándar porque cada uno hará un número distinto de ’usos del aparato y pondrá más o menos ropa o vajilla o alimentos que determinaran el consumo real de cada aparato en cada casa. Pero sí queda claro que el consumo será siempre proporcional a la Eficiencia Energética del aparato.

Lógicamente si en el uso real del aparato hacemos menos operaciones de lavado o frío, se tardará más en amortizar el mayor coste de compra de la mayor Eficiencia Energética y al revés, cuanto más se use el aparato más favorable y rentable será el adquirir un aparato con mayor Eficiencia.

Recordad que hay otros datos muy interesantes, también COMPARATIVOS, además del consumo eléctrico, que nos ayudan a elegir el aparato más conveniente en nuestro caso,  como son: nivel de ruido del aparato, consumo de agua, calidad de secado, etc.

Confío que hayan sido interesantes estas aclaraciones y que veáis su relatividad, si bien en la práctica vuestra decisión de compra normalmente debería ir hacia el aparato más eficiente. A menos que lavéis, sequéis o enfriéis unas pocas veces al año, pues en ese caso, no compensaría gastarse más dinero en mayor eficiencia. Pero repito, eso sería excepcional.


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