Un lector que no da su nombre ha dejado un comentario en mi artículo del 16.10.2013, que se titulaba "Pasar de 220 V a 230 V la tensión eléctrica de los hogares, ¿A quién beneficia? Podéis leer el artículo completo aquí. En aquel artículo yo explicaba que en el año 2.003, se pasó de 220 V a 230 V con lo que los aparatos existentes incrementaban automáticamente su potencia, igual que el Termino de Potencia de nuestros domicilios, que automáticamente pasó a ser un 4,5 % más elevado, con ese mismo incremento del coste fijo mensual por ese término. Según el comentario de ANÓNIMO, la potencia de los aparatos siguió constante, como antes del cambio, así como el Término de Potencia de los domicilios, que continuó sin afectarle la modificación... Como esa opinión no es correcta pero seguramente creen en ella algunos lectores, voy a demostrar de nuevo, aunque ya lo hice en el anterior artículo, que la Potrencia SÍ ha subido, pero no en todos los casos. Veamos el comentario completo del lector:
“Anónimo11 de julio de 2014, 17:16
Buen día, amigo electricista. Tus argumentos se basan en un error de cálculo en los primeros pasos de la justificación. De ahi para abajo todos tus cálculos que sacas dan mal. Sobre todo los económicos.
primero hablas de 4.400 W/ 220 V = 20Apero 4.400W / 230V = 19.13A
al aumentar la tensión la corriente disminuye, pero tu para los cálculos la mantienes contaste.
entonces 220V x 20 A = 4.400W y 230 x 19.13A = 4.400W
La potencia consumida es la misma. La energía que va a facturar la empresa es la misma.
el beneficio de subir la tensión es que la corriente es inferior. se optimizarían los sistemas electricos actuales en su dimensionamiento, ya que estarían un poco sobredimensionados. Pero la parte mas importante es que las pérdidas por efecto Joule son iguales al I^2 x R; al disminuir la corriente, las perdidas de energía son mucho menores. Las resistencias son las mismas, ya que el sistema eléctrico instalado es el mismo.
Las perdidas se disminuyen a razon del cuadrado de la corriente.
En el año 2.003 se produjo el cambio del sistema B2, 220/380 (trifásico al sistema B3, con 230 V entre fase y neutro (230/400 V) que significaba un incremento de potencia del 4,5 %, para adaptarse a la normativa sobre las tensiones de la Unión Europea. Eso, en principio, no debería tener ningún problema, al facilitar el transporte de la electricidad a mayores distancias ahorrando costes en pérdidas en los conductores de las grandes redes eléctricas.
Con ese incremento del voltaje, se produjo de manera automática el incremento de potencia disponible en los domicilios, ya que los aparatos eléctricos pasaban automáticamente a incrementar su potencia en el 4,5 %. Veamos lo que dice el lector:
“ primero hablas de 4.400 W / 220 V = 20Apero 4.400 W / 230V = 19.13A
al aumentar la tensión la corriente disminuye, pero tu para los cálculos la mantienes contaste.
entonces 220V x 20 A = 4.400W y 230 x 19.13A = 4.400WLa potencia consumida es la misma. La energía que va a facturar la empresa es la misma.
Según interpreta el lector, al incrementarse la potencia, por la elevación del voltaje, hace que disminuya automáticamente la intensidad, Y eso es cierto en las ecuaciones que él plantea, pero no lo es en la práctica. Apliquemos el caso a un radiador eléctrico de 1.000 W. Eso significaría que su potencia sería de
Potencia en W = Tensión en V x Intensidad en A
1.000 W = 220 V x A, de donde A = 1000 / 220 = 4,54 amperios
Veamos ahora el valor de la Resistencia del aparato. Según la ley de OHM, la fórmula es
es
Resistencia en Ohmios = Voltaje / Intensidad
Resistencia en Ohmios = Voltaje en V / Intensidad en A, o sea,
Resistencia = 220 V / 4,54 A = 48,45 Ohmios
Eso significa que nuestro calefactor eléctrico tiene una resistencia de 48,45 Ohmios. Esa es la realidad de la construcción del aparato, que no puede ser modificada de ninguna manera, pues es un elemento constructivo del aparato. Lo que sí puede cambiar es el resultado de la aplicación de diferentes voltajes. Veamos esta fórmula: Resistencia X Intensidad = Voltaje; y apliquémosla:
48,45 Ohmios x Intensidad = 220 V
Intensidad = 220 V/ 48,45 A = 4,54 Amperios
Apliquemos la fórmula de la Potencia: A x V = W; que nos dice 4,54 A x 220 V = 1.000 W
Ahora apliquemos 230 V al mismo aparato calefactor
48,45 Ohmios x Intensidad = 230 V
Intensidad = 230 V/ 48,45 A = 4,74 Amperios
Apliquemos la fórmula de la Potencia: A x V = W; 4,74 A x 230 V = 1.090 W
Lo que significa que por el hecho de incrementar el voltaje de 220 a 230 V, la potencia del aparato ha subido un 9 %. Y eso es así, lo quiera o no el lector ANÓNIMO.
Lo que ocurre, y de ahí viene la confusión, es que a partir de aquel cambio de 220 V a 230 V, al fabricar los nuevos aparatos, había que tomar el nuevo voltaje en lugar del anterior, por lo que si queríamos fabricar un calefactor de 1.000 W de potencia, debíamos calcular qué resistencia debíamos poner.
Potencia en W = Tensión en V x Intensidad en A
1.000 W = 230 V x A, de donde A = 1000 / 230 = 4,34 amperios
Veamos ahora el valor de la Resistencia del aparato. Según la ley de OHM, la fórmula es Resistencia en Ohmios = Voltaje / Intensidad
Resistencia en Ohmios = Voltaje en V / Intensidad en A, o sea,
Resistencia = 230 V / 4,34 A = 52,94 Ohmios (en lugar de los 48,45 Amperios del aparato anterior)
Si calculamos la fórmula de la potencia con este nuevo aparato tendremos: Potencia en W = Intensidad en Amperios x Tensión en Voltios, o sea Potencia = 4,34 Amperios x 230 Voltios = 1.000 W. Por consiguiente, los nuevos aparatos construidos después del cambio de 2.003, SI tenían en cuenta ese cambio, por lo que la nueva potencia SI era y es igual a la anterior, cuando había 220 V, pero los aparatos que se calcularon con 220 V, siguen y seguirán dando más potencia al incrementar el voltaje a 230 V. Por eso decía al principio que ese incremento del voltaje hacía que unos aparatos SI aumentaran su potencia (los antiguos) pero los nuevos, recalculados con el nuevo voltaje, consumen lo mismo que consumían los antiguos con menor voltaje, pues en este caso sí se cumple la rebaja de la Intensidad que decía el lector, igualando la `potencia.
En cuanto a la Potencia Instalada en los domicilios pasó automáticamente (y para siempre) a incrementarse ya que a la Potencia se le aplicó la ecuación
Potencia = Amperios X Voltios., y retomando los cálculos que hice en mi citado artículo,
“...Como sabéis, la potencia se calcula multiplicando la intensidad en amperios por la tensión en voltios. Por ejemplo: si antes teníamos una potencia contratada de 4,4 KW, resulta que divididos por los 220 V, Teníamos una intensidad de 20 amperios (4.400 W/ 220 V = 20 amperios)
A partir de ese incremento nominal de la tensión, manteniendo la misma intensidad nominal de 20 A., resulta que la potencia instalada pasa a ser de 20 A x 230 V = 4.600 vatios, o sea, 4,6 kW en llugar de los 4,4 anteriores. Esto parece una simple perogrullada, pero no es así: sin mover un solo dedo, las compañías pasaron, como en este caso, a facturarnos el termino fijo de la potencia contratada de 4,4 kW a 4,6 kW.”
A continuación añadía yo:
“El coste actual del término fijo de potencia (hasta 10 kW instalados) es de 31,65 € por kW y año (Ver mi artículo). Eso significa que con una potencia instalada de 4,4 kW pagaríamos 4,4 X 31,65 € = 139,26 € al año. Pero con la subida de la tensión nominal pasamos a pagar 4,6 x 31,65 = 145,60 € al año. Ese nuevo incremento es de 6,34 € al año, o sea, un nuevo 4,5 % de incremento. Sin mover un dedo. Sin despeinarse. Un nuevo y flagrante abuso de las eléctricas.
Habrá quien piense “¡Son solo 6,34 € al año, eso no es nada! Bien, si eso no es nada, prefiero tenerlo en mi bolsillo y no en el de las eléctricas. Para cada uno de nosotros no es nada, pero si los 25 millones de hogares españoles tuvieran esa potencia media de 4,4 KW, las compañías nos han robado cada año 6.34 x 25 millones = 158,5 millones de euros. ¿Eso no es nada?”
El gran timo, el gran abuso, la gran”PUT…” es haber ligado los incrementos no sobre el consumo, que también, sino sobre los costes fijos, se consuma o no, como es el Termino de Potencia instalada. Porque con aquel incremento de voltaje el Término fijo de potencia pasó a ser de 4,4 kW a 4,6 kW, que como se calculó en su día supuso un mayor coste al año de 6,34 € a pagar en el recibo de la luz. Pero eso era calculado a 13 de Octubre de 2.013, cuando el coste Termino Fijo de Potencia instalada era de 31,65 € por kW y año. En aquel momento, ese coste medio por familia (25 millones de hogares) ascendía a 158,5 millones de € al año. Solo por el incremento del voltaje.
Pero hoy, el coste del Término Fijo de Potencia es de 38,93 kW año que, multiplicado por aquel incremento de 200 W en la Potencia Contratada supone 0,2 kW x 38,93 € el kW lo que produce un mayor incremento sobre lo anterior de 1,456 € más por usuario/año. Esa cifra aplicada a los 25 millones de usuarios de España supone un nuevo incremento de 38,4 millones de euros más este año que el anterior. O sea que este año pagaremos, por aquel sencillo y automático incremento de voltaje al pasar de 220 a 230 V, la friolera de los 158,5 M€ el año pasado a 197 M€ este año. Un “maná” más caído del cielo del gobierno sobre las eléctricas. Todo vale con tal de asegurarse el pesebre en la dorada jubilación de los altos y altísimos cargos políticos. Y luego hablan de “REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA”…¿Nos toman por tontos? … o es que realmente lo somos….
Un último apunte: dice el lector “…Las pérdidas se disminuyen a razón del cuadrado de la corriente.” Se refiere a las pérdidas en forma de calor en los circuitos eléctricos. Pues he de decir que no es exactamente así, que lo correcto sería “las pérdidas en forma de calor son directamente proporcionales a la resistencia y al cuadrado de la corriente". Esas pérdidas en un circuito habitual de una casa, no son elevadas. Solo son altas cuando en el circuito hay una Resistencia, como es el caso de un calefactor eléctrico, que por su elevada resistencia, produce “pérdidas” en forma de calor, que es precisamente lo que queremos. Lógicamente esas “pérdidas” son proporcionales al valor de la resistencia, que en estos casos es elevada. Pero no así en el cableado eléctrico de la casa, normalmente de hilo de cobre, excelente conductor. La conductividad del hilo de cobre es de 0,0171 Ohmios por metro de hilo de cobre y milímetro cuadrado de sección. En cambio la resistencia de la estufa de 1.000 W era, según hemos calculado, de 52,94 Ohmios. Por consiguiente la resistencia del hilo de cobre es insignificante en comparación, pues para llegar a ser la de la estufa necesitaríamos tener en la casa más de tres km de hilo de cobre de 1 mm2 de sección, cosa evidentemente absurda.
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