sábado, 4 de febrero de 2012

¿Duraban más los electrodomésticos antes que ahora? ¿Conviene cambiarlos cada 12 años? (I)


En este artículo voy a tratar asuntos muy polémicos sobre la duración de los electrodomésticos, si tienen –como se dice- un reloj de tiempo de funcionamiento que una vez transcurrido, el electrodoméstico queda inservible; las opiniones sobre la vida útil de los electrodomésticos y la polémica sobre el coste de fabricación para sustituir un aparato

Todo esto es el planteamiento de un comentario dejado en mi artículo "Dilema de un lector: ¿Qué lavadora me compro?": por Carlos, un lector habitual de este blog, que colabora activamente con nuevos comentarios. Pero antes de continuar quiero decirle al amigo Carlos que no solo no me molesta en absoluto que tome mi blog para protestar de algo, que ahora veremos, ni creo tampoco que en otro tema se deba disculpar con un “sin ánimo de buscar polémica”. Nada de eso, Carlos, me gusta que sea así, puesto que de la discusión nace la luz. Siempre que sea, como tú haces, con exposiciones correctas, respetuosas, lógicas y que además resultan de interés general. Por eso tengo que decirte que tus comentarios (este y otros anteriores) son muy bien recibidos. 

Como habrás supuesto, si mi respuesta a tu comentario ha sido elaborar este nuevo artículo es porque considero muy interesantes tus puntos de vista y deseo hacernos públicos para que todo el que le interesen estos temas pueda leer los pros y contras y luego, el que lo desee, puede –como siempre- dejar su opinión en “comentarios" del blog. 

Antes de entrar en materia, amigo Carlos, quiero decirte que respeto mucho tus opiniones, perfectamente expuestas y razonadas. Pero también te digo que hay cosas con las que no estoy de acuerdo contigo. Y al igual que tú haces, yo también procuraré razonar mis argumentos, aunque quien haya leído algunos artículos del blog habrá comprobado que procuro, siempre que puedo, justificar mis exposiciones como ahora también procuraré hacerlo. 

Voy a entrar en materia agrupando tus comentarios por temas. Pero antes voy a transcribir tu comentario completo para que los lectores puedan ver tus consideraciones y conclusiones, Dice así: 

“Carlos ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Dilema de un lector: ¿Qué lavadora me compro?": 
Lo que sí tengo claro -y permítame Dn. Antonio utilizar este espacio para protestar- es que en cuanto a lavadoras se refiere, estas cada vez duran menos. Al principio de los tiempos (desde que tenía uso de razón), teníamos una Fagor que según me cuentan mis padres duró unos 12-13 años. Después vino una Westinghouse que duró del 1997 a 2005. Del 2005 a -nada más y nada menos- al 2008 una Zanussi que acabó con el contrapeso hecho pedazos. Desde el 2008 tenemos una Bosch a la que le cambiaron el motor y la polea en periodo de garantía. Esperamos que con la Bosch se rompa esta nefasta tendencia.
No estoy hablando exclusivamente de una experiencia particular: somos muchos los que estamos de acuerdo en que las lavadoras duran menos que antes. Y seguramente otros tantos dirán lo contrario: no han tenido problemas. Pero creo que como poco es para dar la voz de alarma: la obsolescencia programada (la rotura, para ser exactos) es cada vez más precoz en estos electrodomésticos.
Por otro lado, y dado que este blog tiene una afluencia respetable, paso a una segunda cuestión que, sin ánimo de buscar polémica, planteo porque creo que es desconocida para el público:
Siento discrepar parcialmente con la afirmación la vida útil práctica de un electrodoméstico no debería ser superior a 10 ó 12 años. Para poder valorar el ahorro energético en la sustitución de un equipo se debe estudiar su ciclo de vida completo: no solo se ha de tener en cuenta la energía que consumirá a lo largo de su vida útil, sino además la necesaria para obtener los materiales, ensamblarlos y distribuirlos (energía incorporada), así como el coste energético de retirar dicho equipo y reciclarlo.
Este estudio, lejos de ser un capricho de mi imaginación, constituye toda una disciplina denominada Evaluación del ciclo de vida (LCA, Life-cycle Assessment en inglés). A día de hoy, bajo la amenaza creciente de la escasez de recursos, es la única forma de realizar un análisis completo sobre el ahorro de energía y materiales.
Por ahora sólo me he molestado en buscar esta información para el caso de los ordenadores y resto de electrónica de consumo (el ejemplo más sobresaliente del despilfarro), pero en cuanto busque datos acerca de lavadoras y frigoríficos, informaré una estimación apropiada. A priori y sólo si la tendencia en la mejora permanece, teniendo en cuenta que son aparatos que a diario consumen bastante energía, probablemente una vida de 10 años sea correcta. Por ejemplo, los coches: antes un utilitario de gasolina podía zamparse tranquilamente 7-8l / 100km de ciclo mixto, hoy ronda los 5. Sin embargo, el coste de fabricar un coche nuevo sólo se verá compensado si hacemos los suficientes km. como para ahorrar una cantidad de combustible equiparable.
Una última reflexión: hace siglo y medio, un economista británico llamado William Stanley Jevons enunció una paradoja que hoy lleva su nombre y dice lo siguiente: aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. A día de hoy esto es tan fácil de constatar como consultar las estadísticas de consumo energético: cada vez disponemos de mejores y más eficientes electrodomésticos, pero el consumo de nuestros hogares se incrementa década tras década; hoy tenemos coches mucho más eficientes que hace 20 años, sin embargo la demanda de petróleo sigue aumentando.
Un saludo“
Voy a entrar en materia agrupando tus comentarios por temas. 

Primer tema: Los electrodomésticos cada vez duran menos

Eso es lo que tú dices, avalado por la experiencia que has vidido en casa de tus padres. Hablas de la lavadora, pero esto normalmente puede extenderse a cualquier otro tipo de electrodoméstico. Dices también que eso mismo opina mucha gente. 

No estoy de acuerdo, sino todo lo contrario. Si queremos aplicar racionalidad hemos de tomar las estadísticas. Y en eso, amigos, tengo una cierta experiencia, que voy a exponer para justificar mis siguientes conclusiones. 

En 1.964 entré a trabajar en la empresa que fabricaba las famosas lavadoras BRU, que muchos habréis oído hablar a vuestros padres y que todavía hoy, después de 30 años de cerrar la fábrica, se sigue vendiendo la marca BRU pero fabricada por otras compañías. Por aquel entonces se iba a comenzar la fabricación de las primeras lavadoras automáticas (hasta entonces eran muy sencillas, un caldero, un motor, y una goma que agitaba el agua). Yo entré a trabajar precisamente por la necesidad de crear un Servicio der Asistencia Técnica a nivel nacional, para poder reparar las”complejas” averías que de seguro se iban a presentar en lavadoras “tan modernas”. Había que crear una Red de Servicios en toda España y formar a los técnicos. 

Ya en el primer año de trabajo, se disponía de las intervenciones realizadas en todo el país por la red de Servicios, a los que se les enviaban piezas de recambio y se les pagaba por el trabajo realizado en las reparaciones. Empecé a hacer estadística. Era muy fácil, tenía por un lado los aparatos vendidos en un período, la formación del parque de aparatos y las averías producidas en período de garantía que por aquel entonces era de TRES MESES. La marca BRU por aquel tiempo era quizá la de más prestigiosa (o al menos una de las primeras) del mercado español, por su CALIDAD

Yo andaba muy preocupado por el porcentaje de intervenciones en garantía (tres meses, repito) ya que rondaba el 30 %. Lo que significaba que de cada 10 aparatos en garantía tres se averiaban. Eso sí, iba el Servicio Técnico al domicilio, cambiaba la pieza, no cobraba nada, y a seguir funcionando. Luego, cuando se acababa la garantía, el usuario tenía que pagar piezas, desplazamiento y mano de obra. Pero eso, extrañamente, no producía ningún problema en los usuarios, ya que en todas las marcas sucedía igual y en porcentajes similares .
Pocos años después, en el inicio de los 70, se creó lo que hoy es ANFEL (Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos) y una de sus funciones era que cada tres meses nos reuníamos los directores de posventa de todas las marcas para intercambiar experiencias, costes, subida del precio de los recambios y número de técnicos de cada red de Servicios. 

Puedo aseguraros que cuando empezamos a intercambiar experiencias y cifras, yo me quedé mucho más tranquilo: el número de intervenciones en garantía que teníamos estaba en la zona inferior del conjunto de estadísticas de todas las marcas. Como los aparatos se vendían bien, aunque hubiera muchas averías, las marcas subían los precios de los recambios de fuera de garantía con lo que se compensaba el coste de los trabajos en garantía. Hasta que empezaron los problemas: La garantía se extendió a 6 meses. Por ley. Los costes empezaban a dispararse, pues cuanto mayor era el período de garantía, más subía el coste. Se pusieron las primeras medidas en marcha: estudiar por parte de las fábricas las piezas averiadas para presionar a los proveedores hacia una mejora de la calidad. 

Después vino otra: la garantía se subió a un año, por ley. Ya fue necesario en todas las marcas aplicar el bisturí. Se crearon normas de calidad, se verificaban las piezas y componentes de manera exhaustiva, etc. Los costes eran ya muy importantes y había que no solo frenarlos, sino reducirlos. Yo seguía haciendo estadísticas…. 

A finales de los años 70, era imposible pagar a tanto reparador como había en España- Había fabricantes que tenían más personal en los Servicios posventa que en las fábricas. Aún estábamos en un 20 % de intervenciones en garantía que ya era de UN AÑO. 

Los fabricantes empezaron a independizar a los Servicios posventa, haciéndolos concesionarios y dándoles de baja en plantilla, pues el coste era insostenible. Los precios de los aparatos ya no se podían subir como en los años 60. El mercado empezaba a saturarse y los precios ya no los dictaba el fabricante, si quería estar en el mercado. Vinieron los problemas. Muchas fábricas cerraron. Entre ellas BRU

Yo creé entonces una empresa para seguir atendiendo posventa. En 1.987 comencé a atender la marca THOMSON que empezaba a vender línea blanca en España. Y al mismo tiempo también a CANDY. Seguí con mis estadísticas de reparaciones. Las envié a THOMSON, ya que no las tenían de Francia ya que en ese país la asistencia técnica la atendían los propios vendedores (comercios de electrodomésticos) no Servicios propios como en España. Allí estaban luchando para conseguir bajar las reparaciones en el primer año, que estaban en el 18 %, a un objetivo del 7 % en un plazo de 5 años Mis estadísticas fueron el libro de cabecera de los directores de las fábricas en Francia, del director de posventa y hasta del director general. Empezaron a rebajar costes al ir mejorando la calidad…. THOMSON se marchó de Espala…cogí otras marcas…y seguí haciendo estadísticas. 

En el año 2.003, por imposición de la Unión Europea, las garantías pasaron a ser de dos años. En ese momento rondaban un porcentaje del 5 % en el primer año. El porcentaje ha ido bajando… En la actualidad si un fabricante quiere estar en el mercado, especialmente competitivo, no puede superar el 3 % de intervenciones en el período de dos años de garantía. Y el fabricante que lo supera, no es competitivo, no puede subsistir

La estadística es la que prevalece a la hora de juzgar si los electrodomésticos eran mejores antes o ahora. Creo que mi larga exposición, además de cansaros, os habrá convencido de que ahora son mucho mejores, y cada día más. Independientemente de que a unos cuantos (un 3 %) les "toque" que se les averíe un aparto en garantía. Y lo mismo fuera de ella. Antes y ahora.

Os pido perdón amigos lectores por esta gran extensión. Se me ha ido la mano en explicaciones. Pero ahí lo dejo, para quien tenga paciencia de leerlo. La conclusión, que Carlos ya habrá adivinado, es que los electrodomésticos actuales son INFINITAMENTE más seguros y con menos averías que en todo el período anterior, y que cada año van mejorando. 

Queda mucho que hablar todavía de los temas propuestos por Carlos. Mañana seguiré, y se me antojan más interesantes que éste de hoy. So os interesa el tema, no os los perdáis.

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Para localizar los artículos relacionados con éste, ver aquí debajo y arriba, a la derecha, TEMAS/ETIQUETAS 

5 comentarios:

  1. Muchas gracias por su respuesta, es muy atento y hospitalario en su blog.

    Fui un tanto precavido en mi comentario, dado que esto es un sistema de comunicación en diferido y por tanto propicio a malentendidos al principio.

    Sobre el artículo, las estadísticas, espero que lo mío haya sido una desviación en la campana de gauss. Lo que no entiendo entonces, es por qué no me resulta difícil encontrar gente que avalara lo que sostenía antes. Indagaré más en profundidad, a ver qué sucede realmente.

    Es posible que haya visto el documental de RTVE "Comprar, tirar, comprar" sobre la obsolescencia planeada con el cual me entró el gusano por la eficiencia material de nuestros artilugios. Aunque en algún momento llega a ser superficial, no deja de ser interesante. Desde luego, no aparecen las lavadoras como víctimas, y a juzgar por las estadísticas menos dudas aún.

    Un saludo.

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  2. Otro aspecto a tener en cuenta y que muchas veces se omite es que, aunque fuera cierto que las cosas duran menos que antes, también es verdad que proporcionalmente valen mucho menos. Hace 20 años comprarse una TV implicaba ahorrar unos cuantos sueldos, y hoy en día casi las regalan. De hecho, es muy probable que, si nos gastásemos la misma cantidad de dinero (proporcionalmente al sueldo) que hace 20 años, nos duraría lo mismo el aparato.

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  3. Buenos días, JESUS

    No te me adelantes, Jesús, el tema de los precios con comparativas de lo que costaban hace años y lo que ahora cuesta lo voy a tratar dentro de esta serie de artículos. Ya lo verás.

    No obstante, la tuya es una buena observación.

    Saludos cordiales


    Antonio Sánchez

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  4. Buenos días Sr. Sanchez.

    Llevo tiempo leyendo su blog y me parece muy interesante, muchas gracias antes de nada, me ha sacado de dudas en más de una ocasión.

    Quizas no sea el modo de consultar algo, pero no sé donde ... tendria alguna publicacion que hable de termos electricos ?? termo electricos o butano?? Se me ha averiado el calentador de butano y no sé si aprovechar y poner un termo electrico, creo que es más comodo y aqui en Murcia no esta la cosa para tirar agua, esperando que salga caliente...

    Me gustaria me informara sobre mi duda... Butano o electrico ??

    Gracias y un saludo,

    Lucia García

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  5. Buenas tardes, LUCÍA,

    Cualquier método es bueno para hacer una consulta. Al menos en mio blog.

    Supongo que sea eléctrico o de butano el nuevo calentador lo pondrás en el mismo sitio que el anterior, por lo que la tubería que lleve el agua caliente hasta el lugar de consumo será laña misma. Siendo así, perderás la misma cantidad de agua caliente, sea del calentador eléctrico o de gas, ya quien los metros de tubería son los mismos. Solo unos segundo a favor del calentador eléctrico, hasta que se caliente el agua en el de gas. Pero también es cierto que el termo de agua caliente está perdiendo calor (poco) perro durante las 24 horas.
    Finalmente mi conclusión es igual consumo para los dos sistemas, Pero como es gas es la mitad de coste que la electricidad, yo me decantaría por el butano. Eso sí, un buen aparato., pero “instantáneo”.

    Gracias por tus amables palabras, LUCÍA

    Antonio Sánchez

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