En la actualidad es imprescindible comparar las Etiquetas Energéticas de diferentes marcas y modelos del electrodoméstico que queramos comprar. En efecto, para hacer una buena compra debemos saber qué aparato necesitamos y muy especialmente sus características técnicas, en especial su Eficiencia Energética, que nos dará la Clase Energética del aparato, con sus consumos de electricidad y agua, el nivel de ruido, la duración de los programas, la clase de el rendimiento de consumo eléctrico por ciclo y por año; la calidad de lavado, centrifugado, los datos de congelación , etc, etc., según cada aparato.
La Unión Europea ha informado hace unos días de nuevas e importantes modificaciones y actualizaciones de las Etiquetas Energéticas y las Clases de Eficiencia Energética. Como este tema lo considero de gran importancia y decisivo para que podamos hacer la mejor compra de nuestros electrodomésticos, he programado varios artículos (este es el primero), donde describiré y comentaré las bases de las Etiquetas, sus nuevas Clasificaciones y variaciones sobre las hasta ahora vigentes, preguntas y respuestas, etc.
Si tenéis interés en este tema y vais a comprar electrodomésticos, os aconsejo la lectura de éste y posteriores artículos sobre este tema, pues con seguridad su lectura os va a ser muy útil para efectuar la mejor compra.
Hace unos años la compra de un electrodoméstico se decidía por la influencia del vendedor, que "prescribía" un modelo concreto, que no siempre coincidía con el más adecuado para las necesidades del comprador y sí el más rentable para el vendedor; por consejo de familiares y amigos, por la publicidad, por el color o la estética, etc.
En aquella época no se miraba el consumo eléctrico (se suponía que todos los aparatos cosnumían igual) ni el agua, ni los detergentes, ni el poder de congelación...
Hoy, afortunadamente, todos conocemos y hemos oído hablar de la Eficiencia Energética, del Ahorro de Energía, de la calidad de lavado, de centrifugado, etc. Desde 1994 la Etiqueta Energética ha ayudado a los consumidores a realizar una elección informada al comprar un electrodoméstico.
En aquella fecha, la entonces Comunidad Europea estableció una tabla de Clasificación Energética con siete clases: de la A a la Z (de más eficiente a menos eficiente). Las Clases Energéticas se establecieron tomando como base las letras D y E, que coincidía con el rendimiento promedio de los aparatos en aquella época. Por debajo quedaban como menos eficientes, las Clases F y G. Por encima quedaban las Clases C, B y A, como más eficientes.
Al mismo tiempo, en 1994, comenzó entre los fabricantes la carrera por mejorar la Eficiencia Energética de sus aparatos, rebajar consumos de agua, nivel de ruidos, etc., que ha dado extraordinarios resultados. Esta carrera por mejorar la Eficiencia Energética ha obligado a crear nuevas clases de superior Eficiencia, que se denominan A+, A++, y A+++
En mi próximo artículo (II) seguiré informando sobre este importantísimo tema.
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