domingo, 24 de febrero de 2013

¿Por qué se ponen las estufas de cuarto de baño arriba, casi en el techo? ¿Cuál es el mejor sistema para calentar el cuarto de baño?



Dos preguntas de dos lectores, el mismo día, dejándome dos COMENTARIOS sucesivos en mi artículo “Si todos los calefactores eléctricos tienen el mismo rendimiento…”  . Las preguntas son: ¿Por qué se ponen las estufas de cuarto de baño arriba, casi en el techo? ¿Cuál es el mejor sistema para calentar el cuarto de baño? Iba a contestar a ambos lectores cuando he pensado que mejor lo haría con un nuevo artículo, ya que esas mismas preguntas se las deben hacer también otros lectores. Voy a ello. 


Como los dos comentarios no son extensos, podéis encontrarlos en el enlace indicado, aunque voy a reproducirlos en su totalidad para luego contestarlos. Dicen así: (Copio y pego, sin tocar ni un acento) 

Hola

Enhorabuena por este blog.Un monton de info util y desmintiendo todo tipo de productos milagrosos.
Pero tengo una duda respecto a la calefaccion en baños.Porque siempre se ponen las estufas casi en el techo (ademas de que para no caiga agua ?
Si se supone que el aire caliente va hacia arriba, el aire de arriba se "sobrecalentaria" y la parte de abajo seguiria igual de fria ¿O no?
Y cual seria el mejor sistema de calefaccion para esta situacion?:Estufa arriba o abajo, el termoventilador,etc.
Gracias y saludos" 

Sergio, yo jamas entendi tampoco por que se colocan arriba las estufas. Y por cierto, que gracioso el tipo que calienta su hogar con el secador de pelo jajajaa, cada cuanto cambia su secador? digo, porque esos motorcitos se funden de nada! "
La primera pregunta es por qué se ponen los calefactores de baño en la parte alta de la pared, cerca del techo. SERGIO da en el clavo al decir “para que no les caiga agua”. Tiene toda la razón. Los aparatos de calefacción eléctricos pueden ser peligrosos si les cae agua encima. Donde se acostumbran a poner no puede caerles, claro. Pero hay más. 

Todos habréis visto películas donde el asesino amenaza con tirar o tira un secador de pelo en la bañera donde la víctima se está bañando. Mientras se encuentra dentro del agua, el cuerpo humano es conductor de la electricidad. Al poner la electricidad del secador (o del aparato eléctrico que sea) en contacto con el agua, donde alguien se está bañando, sufriría una intensa descarga eléctrica que podría acabar con su vida. Pero claro, eso solo sucede en las películas, podría decirse. Pues sí, tenéis razonan. Sucede en las películas...y en la vida real tambiénn.

Pero vamos a otro supuesto. ¿A quién no le ha “picado” alguna vez una descarga eléctrica al coger cualquier artilugio eléctrico (una bombilla, por ejemplo) o un cable eléctrico pelado o con hilos sueltos sin recubrimiento aislante? A mí muchas veces. Te da un picotazo más o menos fuerte y ya está. ¿Por qué más o menos fuerte? Pues dependerá de la resistencia que ofrezca el cuerpo al paso de la corriente. Veamos qué sucede cuando tocamos un cable eléctrico “pelado”. La corriente eléctrica se mete por nuestros dedos, pero para “picar” tiene que ir a alguna parte, y eso lo hace normalmente a través de los pies, que los tenemos en el suelo. La descarga se produce entonces cuando la corriente entra por la mano, pasa por en cuerpo y se va, cerrando el circuito con la “tierra” (el suelo). 

Cuando se trabaja en electricidad, para evitar problemas, los especialistas llevan siempre calzado aislante de goma o de otro material que no pueda pasar la corriente a través de él, o sea, que actúe como aislante. Si en los pies llevamos zapatos de goma, difícilmente se producirla la descarga, ya que aunque toquemos el cable pelado, no se cerrará el circuito con el suelo, y por lo tanto, no circulara la corriente. En definitiva, NO picará

¿Cómo estamos en un cuarto de baño? CASI SIEMPRE, CON EL SUELO MOJADO y con los pies descalzos en mayor o menor grado: Eso facilita la descarga, pues el agua es buena conductora (no lo es la destilada, pero no creo que nadie use para ducharse o bañarse agua destilada). Por lo tanto, hay peligro si se toca, por despiste o por accidente, un cable eléctrico sin aislar

Ahora vayamos al caso. Estamos en la ducha o en el baño, cuando nuestro cuerpo es mucho más conductor. Si tocamos un enchufe, un aparato eléctrico que tenga una derivación, un interruptor estropeado, etc. En ese caso, la descarga puede ser hasta mortal. 

Por esa razón, NINGÚN aparato eléctrico, interruptor, base de enchufe, CALEFACTOR, secador de pelo, etc, NO PUEDE PODER TOCARSE DESDE LA DUCHA O EL BAÑO. Deben estar fuera del alcance de la persona que está en la ducha o en el baño. Y además, habíamos dicho que no podía caerle agua encima. ¿Qué mejor que ponerlo alto, casi en el techo

Ya hemos visto por qué. Ahora vamos a ver qué tipo de aparato. 

Yo recomiendo dos: Uno sería la estufa de infrarrojos, de tubos de cuarzo, que tiene una pantalla en forma de parábola o semicírculo, de aluminio, que proyecta los rayos infrarrojos generados por la resistencia de cuarzo hacia adelante. Hacia “lo que ve" la pantalla. Por eso se pone en alto, casi tocando el techo. y dirigida hacia la ducha, baño y lavabo, donde normalmente estaremos en el cuarto de baño. 

La estufa de infrarrojos tiene la ventaja de su inmediatez: no tiene que calentar el aire que hay en su recorrido: directamente lo que ve. Solo lo lo calientan cuando las paredes, objetos y personas, después de un rato, emiten calor, también al aire. 

Además, como el cuarto de balo se abandona, no necesita estar siempre caliente, por lo que es ideal. Así que estar casi en el techo no tiene problema, pues puede orientarse hacia donde convenga, y calentará solo lo que ve, 

La otra solución es poner, como dice el segundo lector, un convector forzado de aire caliente (con ventilador). El calor es también inmediato, y debe dirigirse hacia quien se esté bañando o duchando, aunque este aparato sí funciona por convección y se crean corrientes de aire que si bien se dirigen preferiblemente hacia abajo y al frente, acaban calentando el ambiente en poco tiempo por las corrientes de convección que se producen por las diferencias de temperatura de la parte superior e inferior del cuarto de baño. 

Como he dicho, el calor es inmediato. No almacenaba nada. No hay aceite ni historias de inercia térmica. El calor es directo e inmediato. Como directo e inmediato es el dejar de calentar cuando lo apagamos al salir, ya que como no tuvo que calentar "intermediarios” para enviar su calor al ambiente, cuando desconectamos el aparato, se acabó de calentar de inmediato. 

Yo creía que este artículo lo iba a despachar con cuatro frases, pero según es mi costumbre me he alargado creo que en exceso. Pero no me duelen prendas. De esta manera habéis aprendido algo más sobre esas descargas eléctricas y sobre todo, de cómo protegerse y dónde deben estar los elementos eléctricos en el cuarto de baño. SIEMPRE FUERA DEL ALCANCE DE QUIEN SE ESTÁ BAÑANDO. Y además creo que habré conseguido que hasta los niños pequeños entiendan que no se deben tocar los aparatos eléctricos del cuarto de baños. Por si las moscas… 

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miércoles, 20 de febrero de 2013

El “símil hidráulico” sobre la pretendida mayor eficiencia energética de los emisores térmicos



Creo, amigos lectores de este blog, que soy un afortunado por tener los apoyos que la mayoría de vosotros me dais, que me compensan sobradamente de algunos “Troll” (a los que yo llamo Troyanos) que unos por no entender y otros por intereses partidarios, rechazan los argumentos explicados intentando confundir la realidad. Entre estos apoyos, he citado varias veces a nuestro asiduo comentarista ALBERT, que no deja nunca de sorprenderme con su sabiduría, la claridad de sus intervenciones y su finísima ironía. Todo ello condensado, en esta ocasión, en un excelente comentario que ha dejado en mi artículo sobre el rendimiento de los calefactores eléctricos . Gracias, amigo ALBERT, por éste tu genial COMENTARIO, que voy a convertir en el ARTÍCULO de hoy. 

Transcribo íntegro el comentario de ALBERT 


“Albert20 de febrero de 2013 18:39

En mi cuadrilla uno de nuestros amigos, el bueno de Alonso, tiene un imponente jardín. Muchas tardes conectaba su hermosa manguera de 2 cm de diámetro al grifo, lo abría a tope y regaba con ese señor chorro de agua durante 30 minutos exactos, momento en el que cerraba el grifo.

La semana pasada nos llama a todos, venid, venid, os enseñaré un invento maravilloso que se me ocurrió anteayer.
Mirad, ya no conecto la manguera gorda al grifo, ahora el grifo verterá el agua en este bidón. En la parte de abajo del bidón he conectado una manguera de 1 cm de diámetro, (es decir, más pequeña que la que usaba antes). Abro el grifo, a tope como antes, que desagua en el bidón y al mismo tiempo voy regando con la manguerita de 1 cm, por la que sale un chorrito de agua.

Justo al cabo de 30 minutos exactos cierro el grifo, ¡pero resulta que todavía queda mucha agua en el bidón!, ¡que me permite seguir regando durante 60 minutos más!. ¡Ahorro muchísimo con mi nuevo sistema de riego eficiente! Con el sistema convencional, abriendo el grifo media hora regaba media hora y con mi nuevo sistema de alta eficiencia abriendo el grifo media hora riego durante hora y media.
¡Bravo, estallamos toda la cuadrilla en aplausos! ¡Genio! le decía uno, ¡Fenómeno, lumbreras, Einstein,…! le decíamos otros.

Oye Alonso, ¿cómo no se le habrá ocurrido a nadie antes tu nuevo sistema de riego de alta eficiencia? Deberías ir corriendo a patentarlo antes de que alguna multinacional te lo pise,…
¡Qué tarde más macanuda pasamos toda la cuadrilla gracias al genial invento de nuestro amigo Alonso!
Evidentemente esta es una historia que me ha apetecido explicar porque sí, por si le interesa a alguien, y claro, no tiene nada que ver con ninguna de las brillantes ideas que algunos comentarios expresan en este blog.” 
No quería añadir nada a este genial escrito de ALBERT, pero no me resisto a felicitarle por su valiosísima y esclarecedora aportación. Después de su lectura, todo aquel que siga pensando que existen emisores térmicos que son de MAYOR EFICIENCIA ENERGÉTICA que otros aparatos, que se olvide de intentar comprenderlo. Será inútil, y mejor siga en su ignorancia, pues no lo entenderá nunca. 

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lunes, 18 de febrero de 2013

Las “puntas de consumo” (paro-marcha) y su influencia en la eficiencia energética de los emisores térmicos



Amigos lectores: se nos ha colado un TROLL en el blog. Ha dejado un comentario en mi artículo sobre emisores térmicos donde dice que la mayor eficiencia energética de los emisores térmicos se consigue, por la inercia térmica del aceite o de otros materiales de los emisores térmicos en los momentos de paro (no consumo) de estos aparatos. Pone un ejemplo sobre los coches modernos, que paran el motor en los semáforos para que sean más eficientes. Dice que critico la publicidad engañosa y yo hago lo mismo con mi artículo, pues solo tengo información teórica y MUY POBRE. 


No puedo decir aquello de “pobre de mí, se acabaron las fiestas de San Fermín, `porque es todo lo contrario. Es ahora cuando empieza la fiesta. La mía. Porque cuanto más crudo crean que me lo ponen, más entusiasmo pongo en rebatir sus ridículos y tramposos argumentos para vender los aparatos más caros “liando” a sus posibles clientes con informaciones falsas, cuando no estúpidas e ignorantes, a pesar de que vengan supuestamente avaladas por ensayos hechos en Universidades. Pero la verdad es solo una y lo demás son cuentos. Y eso es lo que pretendo aclarar en este artículo: ¿Son más eficientes los emisores térmicos porque ahorran consumo en los ciclos de para-macha?. 

Primero demostraré la falsedad de esa afirmación de los fabricantes de emisores térmicos (recibida vía TROLL) y luego hablaré de esos mismos “picos” de corriente y su influencia en la calefacción por la bomba de calor. 

Según este Troll (que no tiene la dignidad de dar su nombre, amparándose en el anonimato) “… Está claro que mil wattios son mil wattios y que para calentar una habitacion necesitas un numero "x" de calorias las cuales se consiguen con unos watios.Pero igual de cierto es que estos aparatos se consideran de bajo consumo por el sistema de gestion de esos wattios que tiene es decir, la parte electronica que tiene que consigue que el rendimiento de los aparatos sea mucho mayor…” Primero y sensacional descubrimiento: 1.000 vatios son 1.000 vatios y que para calentar una habitación se necesitan “X” calorías que se consiguen con unos vatios… Este nuevo Colón acaba de redescubrir América. Menos mal que me lo ha explicado, pues yo, según ese Troll, “solo tengo información teórica y muy pobre”. Vale. Pero eso que dice sí lo he entendido. 

Veamos entonces dónde se CREA la energía que por arte de magia CREAN estos emisores térmicos. Aquí está la revelación del Troll (a partir de ahora, como no puede referirme al autor del comentario como ANÓNIMO, y como Troll es demasiado anglosajón, voy a llamarle Troyano que es más español y es ese “gusano” informático, aparentemente inofensivo, que se mete en los ordenadores -en mi caso en este blog, para perjudicarlo, causarle daño o destruirlo, como hizo el caballo de Troya

Dice así el Troyano: “…la parte electronica que tiene que consigue que el rendimiento de los paratos sea mucho mayor.Los aparatos de bajo consumo consiguen,por ejemplo,aprovechar la inercia termica del producto desconectando el consumo de la resistencia bastante antes de que llegue a la temperatura que se le ha pedido por lo que el consumo de watios necesario para mantener esa habiatacion caliente es mucho menor…” (este párrafo y todos los entrecomillados y en letra cursiva están copiados y pegados, con su ortografía e idénticas palabras, sin quitar ni poner una sola coma, que quede claro, pues no seré yo quien rectifique la elaborada y elegante prosa de nuestro amigo el Troyano.) 

Ya sabemos el secreto: “la parte electrónica que tiene que consigue que el rendimiento de los (a)paratos sea mucho mayor…”. Excelente explicación, perfectamente demostrada, con pelos y señales y con todo lujo de detalles…”¿Habéis entendido todos por qué son más eficientes estos aparatos?, ¿Verdad?. Sí, eso, por la parte electrónica! ¿No será por la parte aquella…¡Manda huevos! (Federico Trillo dixit) 

Explicado ya por el Troyano, con toda solvencia, de dónde se consigue que salgan las calorías gratis -del circuito electrónico, claro- o sea, que le salen de los… electrones, sigamos con el exhaustivo análisis de altura de nuestro Troyano. Escribe la siguiente maravillosa explicación: “Los aparatos de bajo consumo consiguen,por ejemplo,aprovechar la inercia termica del producto desconectando el consumo de la resistencia bastante antes de que llegue a la temperatura que se le ha pedido…”Osea que la desconexiñón de la resistencia se produce no por el termiostato al llegar a la temperatura progranada, sino que es la inercia tñlermikca la que desconecta el consumo de la resistencia bastante antes de llegar a la temperatura prevista…” Vamos avanzando. Cada vez las chorradas son más grandes. O sea que el termostato no es el que corta la corriente a la resistencia, sino que lo hace la inercia térmica! Lo que no dice es si lo consigue con las manos, silbando, por telepatía, por conexión a internet o por…electrones… Será eso. 

Será por esa zancadilla que le pone la inercia térmica al termostato haciéndole trampa y desconectando antes la resistencia, “…por lo que el consumo de watios necesario para mantener esa habiatacion caliente es mucho menor…” ¡Toma ya, vil termostato, que querías gastar más! 

Faltaba la guinda del pastel. La comparación con el coche es todo un hallazgo. Veamos lo que dice “…Vease el caso de los cnuevos coches que apagan el motor en los semaforos,aunque el recorrido que hacen es el mismo que el del cualquier otro ,los cuales gestionan los momentos de parada del coche ya que entienden que ese consumo de gasoil no es necesario…” Buen descubrimiento, pardiez! Ahora nos enteramos que si en el semáforo se para el coche, se ahorra energía. O sea que si se para la calefacción, se ahorra energía. Y si se para un momento, no pasa nada, ahí estará la inercia térmica para CREAR la energía… Pero alma cándida, ¿De dónde ha salido el calor que ha tomado el material de la inicio temida? ¿Ha salido del coche, lo ha CREADO, se lo ha prestado el termostato? Ese calor, Troyano, lo había tomado del generado por la resistencia ese material de inercia térmica al principio de calentarse el radiador, hurtándolo al ambiente. Es lógico que cuando pare la resistencia de generar calor por desconexión, una parte de ese calor “robado” lo restituya al ambiente, al que se lo hartó al principio. En fin, no hay por dónde cogerlo… 

En resumen: El radiador del tipo seco, con termostato, cuando comienza calentar cede TODO el calor generado por la resistencia a l ambiente, pues no tiene que calentar aceite. En cambio el radiador de aceite o emisor térmico, cuando empieza a generar el mismo calor la resistencia, una parte SI la envía al ambiente, pero OTRA PARTE se la queda para calentarse él. Y cuando deja de producir calor la resistencia, el aceite, más caliente que el aire, DEVUELVE las calorías “hurtadas” al principio, con lo que la totalidad de calorías producidas y enviadas al ambiente para calentar la habitación son LAS MISMAS en ambos casos. ¿Dónde está el mayor rendimiento? Está en la imaginación engañosa de los fabricantes y de sus Troyanos. 

Respecto a que los picos de consumo son menores si el termostato es digital, eso ya lo tengo explicado, pero lo resumo: si los picos de consumo son controlados por un termostato digital del emisor térmico, es posible que la conexión y desconexión sea más breve, pues el diferencial del termostato puede ser más bajo; pongamos 0,5 ºC, En cambio en un radiador tradicional con un termostato sin tantas historias, el diferencial puede ser de 1 ºC. O sea, que si ponemos la temperatura a 21 ºC, en el caso del radiador tradicional, cuando llegue a 21 ºC se desconectará la resistencia y cuando baje la temperatura , 1 ºC a 20 ºC, volverá a conectar la resistencia. En cambio, con el termostato digital, si ponernos 21 ºC, calentará hasta esa temperatura, y cuando baje medio grado (en lugar de uno, como antes), volverla a conectar la resistencia. Pero la frecuencia de cortes será el doble, con lo que los tiempos de funcionamiento de la resistencia, y por ende, la energía consumida, será IDÉNTICA. Y no hay más cera que la que arde. Ya pueden decir misa en latín que las cosas son como son. No como dicen que son.

Para terminar, una sencilla explicación sobre lo que sucede en el aire acondicionado. Igualmente ponemos el termostato en la temperatura deseada. Cuando arranca el compresor, y así cada vez que lo hace, como es un MOTOR eléctrico, y tiene un cierto rendimiento (nunca del 100 %), pega un “tirón de consumo” eléctrico que se nota luego en la factura. Pero en el caso de la resistencia no existe el tirón. No es un motor. El consumo es siempre el mismo. 

Volviendo al aire acondicionado: cuando se consigue estabilizar la temperatura, se desconecta el compresor hasta que baja el diferencial del termostato. En ese momento, vuelve a arrancar el compresor, dando otro tirón de consumo, y así, cada vez que arranca. En este aparato SÍ se notan en el consumo los paros y arranques del compresor. No en las resistencias de los calefactores. 

Tanto es el consumo en el aire acondicionado de estos “picos” de consumo, que se buscó un sistema de MANTENER un diferencial de décimas de grado en el termostato, por lo que siempre está funcionando el compresor: pero así como para alcanzar la temperatura va a tope, cuando la ha alcanzado, modera su velocidad (su consumo) ajustándola a las pérdidas de frío o de calor que se producen en la habitación. Por eso no hay tirones y por eso este sistema, llamado INVERTER, ahorra un 30 % respecto al mismo aparato sin este invento. 

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sábado, 16 de febrero de 2013

Si todos los calefactores eléctricos tienen el mismo rendimiento, ¿Por qué no usar un secador de pelo o una tostadora para calentar una habitación? dice un lector.





Curiosas observaciones hace un lector, que no da su nombre. Dice que si todos los aparatos eléctricos por resistencia dan el mismo calor., ¿Por qué no usamos el secador de pelo o la tostadora para calentar una habitación? Cree ver “intereses” en mis artículos por “desprestigiar” los Emisores Térmicos, y me reta a hacer unas pruebas para calentar una habitación mediante un secador de pelo. 



Como no podía ser de otra manera, a mí me gustan los retos, y recojo el guante. Más en este caso, donde el iluminado lector se cree nacido con ciencia infusa y no acepta los argumentos, quizá porque no los entiende o no le interesa entenderlos. Parodiando al filósofo, físico y matemático René Descartes, en lugar de su frase célebre “Pienso, luego existo”, Nuestro lector podría decir “Pienso, luego creo en lo que pienso”. Me parece muy bien, si quiere engañarse el mismo, pero que no pretenda que los demás se crean sus ocurrencias porque las ha dicho él, que es tan ingenioso. Puede pensar lo que quiera, pero si él está convencido de que la tierra es plana y que el sol gira alrededor nuestro, me temo que nadie va a creerle, pues pensar no es saber. Y menos cuando no se trata de emitir opiniones sino de hechos físicos o matemáticos. Estos necesitan SIEMPRE ser demostrados. Pero vayamos a sus propuestas seudocientíficas. Primero copiaré textualmente el comentario, que ha dejado en mi artículo sobre Emisores Térmicos en fecha 7.02.13 Dice así. 
“Anónimo7 de febrero de 2013 21:45
No se que interés tendrá usted en desprestigiar este tipo de calefacción, pero está completamente equivocado. Que quede claro que yo no tengo ningún tipo de interés.Ejemplos:Secador de pelo: 1600WTostadora: 2000W
No conozco a nadie que utilice esos aparatos para calentar una estancia, y según usted, podrían hacerlo perfectamente ¿no? ¿Da el mismo calor (que no calorías) un secador de 1600W encendido durante una hora en una habitación, que un emisor térmico de 1600W?Si quiere acabar con esto ya, que me parece a mi que no, haga la prueba que es MUY SENCILLA.Pone usted un termómetro en una habitación y ya sabe; una hora con el secador y otra hora con el emisor (en la misma habitación que el termómetro, claro).Déjese ya de tonterías que está usted confundiendo a los lectores.” 
No dejo de sorprenderme de la seguridad y el desparpajo que tiene este lector en sus erróneas afirmaciones. Pero vamos a argumentar, no a opinar

En primer lugar diré que yo acepto sin dudar su afirmación de que él no tiene ningún interés en este caso. En cambio el lector dice “…No se qué interés tendrá usted en desprestigiar este tipo de calefacción…” Pues si no lo sabe, se lo explico. Mi interés es decir la verdad sobre la publicidad engañosa empleada por fabricantes y vendedores de este tipo de calefacción; es defender la verdad para que los posibles usuarios de estos aparatos los compren CONVENCIDOS que no van a ser más eficientes ni van a ahorrar dinero por el solo hecho de decir que son Emisores Térmicos”, pues tiene el mismo rendimiento eléctrico y en calorías aportadas que cualquier otro aparato calefactor de esa misma potencia. No son ni más ni menos. Ese es mi interés. ¿Le parece poco al autor del comentario? A mí me parece muy importante. 

Pone dos ejemplos: Un secador de pelo de 1.600 vatios y un tostador de pan de 2.000 vatios. Dice que no conoce a nadie que utilice estos aparatos para calentar una estancia. En esto coincido plenamente: yo tampoco. Pero añade “…y según usted, podrían hacerlo perfectamente ¿no?...” Pues no, amigo, NO. Nunca he dicho tal tontería. Eso lo dice ese lector, no yo...” 

Añade a continuación "...¿Da el mismo calor (que no calorías) un secador de 1.600 W conectado durante una hora en una habitación, que un emisor térmico de 1.600 W? ..." Voy a contestar pero primero debo aclarar que calor y calorías tienen el mismo significado: Si da mas calor es porque da más calorías y lo contrario. A más de una cosa corresponde más de la otra, y es directamente proporcional. No sé a qué viene negar esa evidencia física tan elemental. Sentado esto, sigamos. Pues sí, amigo lector, un secador de pelo de 1.600 vatios da el mismo CALOR y las mismas CALORÍAS que un emisor térmico de esa misma potencia. Ni más valor ni menos. Ni una caloría más ni una menos. 

Me reta a hacer una prueba:”… Si quiere acabar con esto ya, que me parece a mi que no, haga la prueba que es MUY SENCILLA Pone usted un termómetro en una habitación y ya sabe; una hora con el secador y otra hora con el emisor (en la misma habitación que el termómetro, claro)…” Bien, creo que el lector no ha hecho esa prueba, pues si la hubiera hecho se habría sorprendido al ver que en esa hora, la temperatura de la habitación habría subido más y más rápido con el secador de pelo que con el emisor térmico. He dicho más y más rápidamente, no me he equivocado. Pero yo, al contrario de lo que hace el lector en cuestión, lo explico, no solamente lo creo. A la misma potencia, da la misma cantidad de calorías un aparato que otro. Y además, hay una diferencia: el secador vierte TODO el calor, inmediatamente de conectarlo, al medio ambiente de la habitación. En cambio el emisor térmico, al conectarlo, UNA PARTE del calor producido (el mismo que produce el secador) lo envía al ambiente, pero OTRA PARTE la emplea en calentar el aceite maravilloso que lleva en sus entrañas. Por consiguiente, el calor del secador va TODO al ambiente desde el primer momento, con lo que se eleva antes la temperatura

Terminada esa hora, se vería que el secador ha elevado más la temperatura que el radiador. Pero al desconectar el secador, para automáticamente de lanzar calor, pues no tiene reservas. En cambio, al parar el emisor térmico y estará bastante minutos cediendo todavía calor a la habitación. Ese calor que “robó” al principio el aceite, lo devuelve al ambiente hasta llegar a equilibrar la temperatura de emisor con la del ambiente. Pero la CANTIDAD de CALOR o CALORÍAS totales vertidas al ambiente son iguales en los dos casos. 

Voy ahora con la graciosilla pregunta de por qué no usamos entonces secadores de pelo para calentar una habitación. Por la misma razón que comemos la sopa con una cuchara y no con un tenedor: porque cala aparato o utensilio está estudiado para la función que debe dar. Y un secador de pelo no puede estar horas funcionado de contínuo, pues se quemaría, porque el circuito de la resistencia y el plástico no están preparados para soportar el calor generado mucho tiempo seguido. ¿Lo entiende el lector o tengo que hacerle un dibujito? Por idéntica razón, de la construcción de un aparato teniendo en cuenta la “aptitud a la función", un tostador de pan de 2.000 vatios va muy bien para tostar el pan, pero no para secar el pelo o lavar la ropa, ya que aunque produzca la misma cantidad de calorinas, su aptitud a la función no es la adecuada. Y quien no lo crea, que lave la ropa en el lavavajillas (que también lava) y que lave la vajilla en la lavadora, que también lava. Espero no se le ocurra al lector comprobar esto que digo…que su sapiencia sea capaz a de distinguir una broma de una verdad demostrada. 

Finalmente, amigo lector, termino dedicándote  tus palabras “…Déjese ya de tonterías que está usted confundiendo a los lectores…” Aunque afortunadamente mis lectores, en su inmensa mayoría, entienden y aprovechan mi trabajo de explicar las cosas para ayudarles a evitar que les tomen el pelo con la publicidad engañosa. 

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jueves, 14 de febrero de 2013

El CONFORT, la EFICIENCIA y la EFICACIA de la calefacción eléctrica según los tipos de aparatos


EDUARDO, un lector del blog ha dejado un comentario, el 4.02.2013, sobre la eficiencia energética en mi artículo El ¿mayor? rendimiento de los Emisores Térmicos Interesante comentario donde plantea diferentes cuestiones: a) Que efectivamente, como digo en mis artículos no puede hablarse de mayor eficiencia energética en los emisores térmicos, pero SI de mayor CONFORT; b) Dice “romper una lanza” por los fabricantes de estos aparatos que siguen investigando y mejorándolos; c) Hace una comparativa con la velocidad “económica” de los coches. Vanos a ver los diferentes puntos del comentario, si bien recomiendo su lectura total en el enlace de dicho artículo. 



Primero quiero dar las gracias a EDUARDO y a otros como él, que discrepan de algunas de mis convicciones, pero al contrario de algunos iluminados que se creen infalibles y afirman su argumento en contra diciendo que “es así porque así lo creo", en el caso de EDUARDO discrepa pero argumentando, siempre con acierto, pero en algunos momentos olvidando puntos importantes de esos argumentos. Veamos lo que dice y las respuestas. 

Reconoce EDUARDO,
“…desde el punto de vista del consumidor, no queda claro cómo las compañías fabricantes de estos aparatos siguen hablando de eficiencia, ahorro y mil cosas más si como bien ha explicado hasta la saciedad a tantos kwh de consumo tantas calorías y tal, que es una ley física….” Hasta aquí, nada que objetar por mi parte. Luego Añade EDUARDO:



“…Toda resistencia eléctrica da la misma cantidad de calor a igual potencia nominal. Lo que los fabricantes mejoran es el control de esa resistencia. Cuando se enciende y cuando se apaga para conseguir un mayor confort. Esta es la realidad. Todo lo demás es publicidad de impacto. Que si son más eficientes, que si gastan menos y aguantan el calor... tonterías. Eso sí, rompo una lanza en favor de los fabricantes que evolucionan sus productos para que el consumo (que es el mismo) se haga de forma más EFECTIVA (a falta de una palabra mejor y sin pretender confundir a la gente)…”

“…¿Como es esto posible? Muy sencillo y creo que hay varias empresas que siguen esta linea y por ello sus productos son más caros. Mejor control de la temperatura para que la resistencia actúe (consuma) de forma más adecuada. Así, gastaríamos la misma electricidad calentando en una hora una habitación ideal (que no tuviera pérdidas) de 0 a 10 grados con una resistencia de 10kwh que en 10 horas con una resistencia de 1kwh, ¿correcto?. Pero esto no es así, ya que no existe esa habitación ideal. Hay pérdidas y por tanto hay que controlarlas. Qué desarrollan las "buenas" compañías, sistemas más precisos de medición de la temperatura y con esto consiguen que el confort que proporcionan sus aparatos sea mayor ya que la resistencia actúa cuando la temperatura desciende pocas décimas de grado manteniendo más constante la temperatura de una habitación. Lo que consiguen es un mayor CONFORT ya que la variación térmica es menor (es como en canarias y su clima más estable) y no una mayor eficiencia energética pero claro esto ni de lejos es más impactante…”

Aquí discrepo en parte de EDUARDO. Dice que los fabricantes de emisores térmicos se esmeran para construir sistemas más precisos, poniendo como ejemplo los termostatos electrónicos (digitales), que consiguen un menor diferencial de temperatura y que eso hace que puedan ser más CONFORTABLES y más EFICACES (NO más eficientes energéticamente hablando). 


Ciertamente EDUARDO tiene razón en cuanto a que uno de los principales argumentos de estos fabricantes es la mínima oscilación de temperatura entre los termostatos digitales sobre los analógicos. Me explicarme. Los termostatos analógicos (los de siempre) pueden graduarse normalmente, para calefacción, entre los 5 y los 30 ºC, y un diferencial de temperatura que podría ser, y vamos a aplicarlo en este caso, de 1 ºC. Eso quiere decir que si ponemos la temperatura de la calefacción a 21 ºC, cuando llegue a esa temperatura debería desconectarla. Pero cuando descienda, llegará un momento que la volverá a conectar. Si el diferencial es 1ºC, cundo descienda a 20 ºC se volverá a poner en marcha hasta recuperar ese grado. Vamos a suponer que en esa habitación, por sus dimensiones, aislamiento, etc., tarda 10 minutos el calefactor en volver a recuperar 1 ºC, lo que significaría que los intervalos de funcionamiento del calefactor serían de períodos de 10 minutos. 

Ahora vamos al termostato de los modernos, digital. Más exactos que los analógicos. El emisor térmico que incorpora este adelanto, tiene la misma potencia que el empleado en el ejemplo anterior, el simple radiador de toda la vida. Bien, supongamos que este nuevo termostato, que es lo que dice nuestro amigo EDUARDO, es el doble de exacto que el analógico, reduciendo a la mitad los tiempos de recuperación. Ponemos este flamante emisor térmico a funcionar hasta 21 ºC. Una vez conseguido, sabemos que su diferencial respecto al antiguo termostato es la mitad: volverá a conectar el emisor al bajar la temperatura MEDIO grado. Por lo taño, al descender la temperatura hasta 20,5 ºC, el termostato volverá a poner en marcha el emisor, que como solo tiene que elevarla MEDIO grado, tardará en elevarlo de nuevo 5 minutos, que es la mitad de lo que tardaba el termostato analógico. De esta manera, se producirán conexiones solo de 5 minutos, pero se producirán el doble de conexiones-desconexiones, pues la potencia y el calor aportado por ambos calefactores es siempre el mismo y en este caso volverá a conectarse después de bajar solo medio grado.. 

¿Que se consigue con este termostato digital? Pues que la cantidad de calor que se irá aportando al ambiente en cada conexión será la mitad del analógico, pero se producirla el doble de veces. O sea, el mismo consumo de energía. Pero sí hay una diferencia, que nuestro amigo EDUARDO llama CONFORT. Y ése es el argumento principal de los fabricantes de emisores térmicos: LA MAYOR ESTABILIDAD DE LA TEMPERATURA., Pues las oscilaciones de la curva de temperaturas sería con crestas y valles más pequeñas que en el caso de 1 ºC con el termostato analógico. Pero el consumo total (EFICIENCIA ENERGÉTICA, RENDIMIENTO, o como queramos llamarle, IGUAL. Lo que se consigue es dar mayor estabilidad a la temperatura. NADA MÁS. En lugar de 1 ºC de oscilación entre punta y valle, sería de solo de MEDIO grado. 

Y yo me pregunto, amable lector, ¿Quién es el que puede detectar, en una habitación si está a 20 ºC o a 21 ºC? Yo no soy capaz de detectar esa diferencia de temperatura de 1 ºC. Y quien sea capaz de hacerlo, que lo diga. ¿Dónde está el "mayor" confort? Quizá en la diferencia de precio entre un radiador de menos de 100 € al de un emisor térmico, que puede ser del doble. 

Alguien pondría decir: pues yo sí necesito tener los 21 ºC como mínimo, pues es “mi” temperatura de confort. Bien, pon la temperatura a 22 ºC y te garantizas como mínimo los 21 ºC. Pero no creo que haya nadie que hile tan fino... 

Ciertamente debo añadir que los emisores térmicos tienen, además de esa regularidad de temperatura, son más bonitos, más modernos, e incluso, voy a aceptar, de una mayor calidad de los materiales empleados. La pregunta sería ¿Estamos dispuestos a pagar el doble por el mismo aparato en cuanto a consumo y calor aportado? Cuando sabemos que el consumo es el mismo. 

El ejemplo de la velocidad económica del coche no me vale, pues sí es cierto en los vehículos, que el consumo más económico ronda los 110 ó120 Kms. /hora. Pero ahí interviene un motor de combustión, con su mayor o menor rendimiento, y muchos órganos activos que pueden modificar los resultados. Pero no así en una resistencia pura y dura, que es el caso de los calefactores eléctricos, donde no hay más variables que la potencia y el tiempo para determinar el consumo. 

Si nuestra respuesta sobre preferencia de calefactores es de preferir los emisores térmicos, adelante, nadie va a impedirlo. Pero lo que no puede admitirse es que se nos tome el pelo con argumentos vacíos o de contenidos INSIGNIFICANTES. Que digan la verdad, y que cada uno decida. Pero si hicieran eso, las ventas caerían en picado… 

Este tema de la oscilación de la temperatura es el argumento principal (con otros igualmente pintorescos) de los emisores térmicos ROINTE, de los que un lector me envió datos de un informe de la Universidad de Lérida con unas pruebas que según ellos demuestran el mayor rendimiento de sus radiadores y que consumen lo misma que una calefacción a gas (cuando ésta última viene a costar la mitad del consumo eléctrico) Pero no estoy de acuerdo, y tengo en cartera un nuevo artículo sobre el tema donde pondrá en cuestión ese análisis de dicha Universidad. 


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domingo, 10 de febrero de 2013

¿Dónde debo poner la pastilla de detergente del lavavajillas? ¿Por qué me queda la vajilla sucia?



Dos lectores, ROBERTO y JESÚS, dejaron sendos comentarios en mi artículo sobre ¿Qué cantidad de detergente debo poner en el lavavajillas?  Las dos preguntas son el título de este artículo: ¿Dónde debo poner la pastilla de detergente del lavavajillas? Pregunta de ROBERTO, y ¿Por qué me queda sucia la vajilla y la pastilla de detergente está semidisuelta en el cajón? Es la pregunta de JESÚS. Como ambas preguntas están relacionadas con las pastillas de detergente, las contesto ambas en este artículo. 


Primero reproduciré el comentario de ROBERTO. Dice así: 
“Hola. Primero de todo decir que es un gran artículo en el que explicas muy bien muchos contenidos que desconocemos los usuarios de este electrodoméstico tan extendido a dia de hoy en los hogares de mucha gente. Lo segundo comentarte que has descuidado un único elemento y es, precisamente, donde tenía yo mi duda cuando he venido a tu blog en busca de respuesta me ha faltado este pequeño detalle: existe la necesidad realmente de colocar esta pastilla en el compartimento diseñado para ello, o bien se puede, como asegura mucha gente, "dejar caer" en los cestillos para cubiertos? Si es así, como dice Jesús, supongo que se disolverá a destiempo corriendo el riesgo de no cumplir con su verdadera función.


Todo esto viene a raíz de encontrar platos sucios y ver que, allí donde trabajo, cada persona llena el lavaplatos y coloca la pastilla como mejor le "enseñaron en su casa" y en distintas ocasiones el resultado final al abrir el electrodoméstico no siempre coincide con el esperado.
Espero, puedas resolver esta pequeña duda, agradezco de antemano la atención dedicada y tu respuesta (si la hay) y te animo a seguir realizando un blog con tan correctas explicaciones. 

Ruego reciba un cordial saludo, Roberto Mendoza.” 
ROBERTO dice que descuidé en mi anterior artículo citado, decir dónde se pone la pastilla de detergente, por eso lo pregunta. Pues tengo que decir que no lo olvidé sino que ROBERTO no lo ha visto. Está en el segundo párrafo de mi artículo y dice así: “…Pero en el lavavajillas, actualmente en la práctica no se echa el detergente en el depósito, sino que se introduce o se pone una pastilla de detergente (con varios componentes) en el recipiente para detergente y abrillantador…“ 

Bien, no importa, ya que este artículo me servirá para ampliar este tema. Veamos por qué hay que poner la pastilla en el depósito de detergente. Hasta la llagada de las pastillas se ponía detergente en polvo o líquido. Para ello se creó el DEPÓSITO de detergente, ya que debe tomarlo en el LAVADO, no en el prelavado, que es solo un enjuague con agua fría y de pocos minutos para eliminar la suciedad más gruesa. Por lo tanto, la condición era que debería ser hermético, para que el agua de entrada del prelavado no se lo llevara

Llegado el inicio del lavado, con agua caliente y con mucho más tiempo de funcionamiento de los chorros de agua, se descarga automáticamente el contenido del depósito al abrirse la puerta y caer la pastilla. En ese momento empieza a disolverse en el agua. 

Ya sabes, amigo ALBERTO, el por qué se tiene que poner en el depósito, ya que de dejarla en cualquier lugar de la cuba, o en el cestillo de los cubiertos, en la entrada de agua para el prelavado se disolvería y se tiraría al desagüe poco después. En cambio el lavado no dispondría de detergente, por lo que resultaría defectuoso. Ahora, ROBERTO, ya puedes explicarles a tus compañeros de trabajo el por qué deben poner la pastilla en el depósito de detergente.

A continuación viene la pregunta de JESÚS, cuya respuesta enlaza con lo que acabo de decir. Veamos la pregunta: 
“A mí lo que me pasa con las pastillas es que se quedan pegadas y no se desprenden bien. Supongo que en el prelavado le entra algo de agua al compartimento, se deshacen parcialmente, y el pegote resultante impide que se abra luego la cajetilla, por lo que no se disuelve bien y el lavado queda mal. Eso me pasa más o menos la mitad de las veces, por lo que suelo comprar detergente líquido (de hoy en día, por lo que entiendo que tiene las mismas propiedades que las pastillas), o poner la pastilla con los cubiertos, aunque así imagino que en el prelavado se disuelve en parte.

En fin, un rollo. Supongo que la solución es cambiar el lavaplatos por uno mejor, pero estoy de alquiler y es lo que hay...” 
Empezaré por el final: la solución no es cambiar el lavavajillas, sino revisarlo y solucionar el problema. Si la junta de goma del depósito de detergente no es estanca, es posible que suceda lo que dice JESÚS, que se moje en parte la pastilla y se “pegue” en el depósito y no caiga. Pero eso es difícil (no imposible) que suceda, ya que los chorros de agua de los aspersores deben penetrar en el depósito abierto y limpiar los restos de la pastilla. Pero claro, si los aspersores no tienen fuerza.. O no giran… puede suceder que no se lave bien. Y la culpa no sería de la pastilla ni del depósito de detergente. 

Es bastante frecuente que restos de comida se cuelen dentro del aspersor y taponen los orificios de salida de los chorros, si bien, hay dos tipos de orificios: unos inclinados, que hacen rotar el aspersor, y los que lanzan el chorro hacia arriba, para la limpieza de la vajilla. Por eso es necesario REVISAR DE VEZ EN CUANDO LOS ASPERSORES. Hay que desmontarlos (es fácil, normalmente van a presión o roscados), Una vez fuera del aparato, revisa todos los orificios. Si ves alguno obstruido, con un mondadientes, por ejemplo, empuja la obstrucción hacia el interior del aspersor. Una vez desatascados todos los agujeros, le das la vuelta al aspersor colocándolo con los orificios hacia abajo y lo inclinas hacia un lado y otro para que los objetos que los obstruían salgan por el orificio central del aspersor. En mi casa, aficionados al melón, de vez en cuando tengo que limpiarlos, pues las pepitas tienen especial querencia por estos agujeros. 

Los agujeros obstruidos dificultan o anulan los chorros de los aspersores, limitando o impidiendo que los chorros de agua hagan su trabajo, o que no se deshaga bien la pastilla de detergente. 

Espero haber aclarado las dudas de ambos lectores, y de paso, daros algunas ideas sobre un sencillo mantenimiento de vuestro lavavajillas: si eres un "manitas", limpia los aspersores periódicamente, en especial si ves que no queda bien lavada la vajilla. Y si no sabes cómo desmontarlos, búscalo en el libro de instrucciones, porque cada aparato puede ser diferente. Y si tampoco puedes, llama al Servicio Tñecnico Ofiocial del Fabricante. 

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jueves, 7 de febrero de 2013

Más información sobre la humedad relativa del aire: su importancia en calefacción y refrigeración (II)

Varios lectores han dejado comentarios en el blog manifestando no estar de acuerdo con mi afirmación de que si se aumenta la temperatura de una habitación, la humedad relativa, BAJA. Unos dicen que se mantiene igual, otros que sube y otros que baja. Pero lo cierto es que BAJA si aumentamos la temperatura. Eso que a algunos les parece al revés, que sube, o que se mantiene constante, es lo que vamos a analizar en este articulo que podría ser la segunda parte de mi anterior sobre el tema Humedad relativa del aire: su importancia en calefacción y refrigeración



Primero vamos a recordar lo que es la humedad ABSOLUTA y la humedad RELATIVA. Tomo textualmente lo que escribí en mi citado anterior artículo sobre el tema: 

La humedad absoluta es la cantidad de gramos de agua que contiene un metro cúbico de aire. Pero también sabemos que cuanto más caliente esté el aire, más cantidad de humedad podrá absorber, por lo que habitualmente no medimos la humedad absoluta del aire, ya que varía con la temperatura, sino que valoramos la HUMEDAD RELATIVA. 

Cuando hablamos de HUMEDAD RELATIVA del aire la valoramos no en la cantidad de agua que contiene (sería la humedad absoluta) sino que la referimos al máximo de humedad que puede contener ese aire. O sea, la humedad relativa se expresa en tanto por ciento, que nos dice la RELACIÓN entre la HUMEDAD que tiene el aire y la máxima humedad que ese aire podría LLEGAR A TENER, QUE SERÍA EL 100 %” 

Decía también que cuanta más alta es la temperatura, más capacidad tiene de almacenar humedad el aire, por lo que, en nuestro estudio, vamos a considerar los datos prácticos de una habitación, donde vamos a hacer el “experimento” teórico para llegar a conclusiones. Partiremos de una habitación que mantendremos cerrada, a diferentes temperaturas. Tomaremos tres casos con sus respectivos datos. 

Temperatura ambiente: 10 ºC 
Máxima cantidad de humedad absoluta por m3, 9,3 gramos/m3 
Humedad relativa resultante, 100 % 

Temperatura ambiente: 20 ºC 
Máxima cantidad de humedad absoluta por m3, 17 gramos/m3 
Humedad relativa resultante, 100 % 

Temperatura ambiente: 30 ºC 
Máxima cantidad de humedad absoluta por m3, 30 gramos/m3 
Humedad relativa resultante, 100 % 

Fijaros, amigos lectores, que en esa misma habitación partimos de una cantidad máxima de agua por m3, que inicialmente está a 10 ºC. Pero si cerramos esa habitación para que no entre ni salga aire, calentamos por el medio que sea (menos por aparatos de combustión de gas, líquidos o sólidos) y cada vez que aumentamos la temperatura, CABE más humedad en el aire, lo que significa que la cantidad de agua hasta la saturación (cuando ya no cabe más humedad) va aumentando. Pero sea cual sea la cantidad de humedad que contenga el aire, hay un máximo admisible, que es la SATURACIÓN. Y como hemos visto en los datos, la saturación varía con la temperatura, cambiando desde los 9,3 gr/m3, a 17 gr/m3 a 20 ºC y 30 gr/m3 a 30 ºC de temperatura. 

Si al inicio del “experimento” teníamos un máximo admisible de humedad de 9,3 gramos por m3 de agua. Su saturación era ésa. Si por ejemplo, la cantidad de agua hubiera sido, en lugar de los 9,3 gr. De saturación, solo 6,5 gr/m3, la cantidad de humedad RELATIVA sería del 70 % (70 x 9,3 / 100 = 6,5 gr/m3). 

De la misma manera, y con la máxima cantidad de saturación, vamos a ver lo que pasa si la temperatura de la habitación sube hasta 20 ºC. Hemos visto que a esa temperatura la saturación sería de 17 gr/m3. Pero sabemos que no ha habido salidas ni entradas de aire, por lo que la cantidad de agua REAL ES LA MISMA QUE HABÍA A 10 ºC, o sea, 9,3 gr/m3. Pero resulta que en este momento, la cantidad máxima o de saturación, a los 20 ºC, sería de 17 gr/m3. Pero recordemos que no ha habido cambio de aire, y por lo tanto, tenemos la misma cantidad de agua que había a 10 ºC, y que como hemos dicho que en aquel momento la humedad RELATIVA era del 70 %, o sea 6.5 gr/m3, de humedad ABSOLUTA, ahora nos toca calcular qué nueva humedad RELATIVA habrá a 20 ºC de temperatura. Partimos en este caso de la realidad de cantidad de agua (humedad ABSOLUTA) que era de 6,5 gr/m3. Si queremos ver cuál será en este caso la humedad RELATIVA, deberemos ver qué porcentaje representa los 6,5 gr/m3 sobre la de saturación a esta temperatura que henos dicho que era de 17 gr/m3. El resultado es del (6,5 / 17 x 100) = 38 %. O sea que ha bajado la humedad relativa desde el 70 % a los 10 ºC hasta el 38 % con 20 ºC. 

Haciendo los mismos cálculos para la temperatura de 30 ºC, nos saldría una humedad relativa del 6,5 / 30 x 100 = 21,6 %, denostrando que a mayor temperatura, BAJA de nuevo la humedad RELATIVA

Creo que ha quedado claro que la humedad RELATIVA del aire BAJA cuando aumenta la temperatura. Y es que precisamente la sensación de confortabilidad está en función de la temperatura pero TAMBIÉN DE LA HUMEDAD RELATIVA DEL AIRE. Se da como humedad relativa "confortable" la franja entre el 40 % y el 60 %.

Ejemplo: Si el termómetro marca 30 ºC y el higrómetro dice que la humedad RELATIVA del aire es del 65% tendremos una sensación de calor o mejor dicho, de temperatura de bochorno, de 40 ºC. Por otra parte, con una humedad RELATIVA más baja del 30 % no existirá esta sensación de BOCHORNO, a la misma temperatura de 30 ºC. 

Conclusión: cuando aumenta la temperatura, sea por acción de un calefactor eléctrico o por bomba de calor, BAJA la humedad relativa del aire. Es como si diluimos azúcar en una taza de café. Iremos echando azúcar hasta que no admita más: estará saturado de azúcar. Supongamos que en ese momento se han echado 10’ gramos de azúcar en la taza. Por lo que no diluirá más y quedará en forma visible. La saturación del azúcar será del 100 %. Pero si echamos la misma cantidad de azúcar en una cafetera grande, la saturación no se producirá enseguida, sino bastante más tarde, y al echar solo los 10 gramos fijos, la concentración relativa de azúcar en la cafetera será más BAJA, puesto que la cantidad para la saturación será, evidentemente, más alta. 

Para terminar, y demostrado que al aumentar la temperatura en una habitación se rebaja la humedad RELATIVA del aire, en el caso del aire acondicionado o bomba de calor, el fenómeno es absolutamente válido. Pero también sucede lo mismo cuando se enfría en verano. Pero es otra la razón: el propio funcionamiento de la bomba de calor en refrigeración, ya que la unidad interior de la habitación, llamada también CONDENSADORA, porque en ese elemento se evapora el gas líquido refrigerante procedente de la unidad exterior, para lo que precisa TOMAR calor del ambiente, pues esta a muy baja temperatura. Por el hecho de estar a temperatura baja, la humedad del aire se CONDENSA en ese evaporador en forma de agua, que gracias a una tubería de desagüe, se va al exterior, evacuándola. Los que tenéis aire acondicionado sabéis perfectamente que hay una tubería que va al exterior, que en verano va expulsando el agua de condensación. 

Por lo tanto, aunque en verano la temperatura de la habitación se rebaje, TAMBIÉN SE REBAJA la humedad RELATIVA del aire de la habitación (se elimina vapor de agua) por lo que sucede lo contrario de lo que podría parecer. Por eso decía en mi anterior artículo citado, que en el aire acondicionad con bomba de calor, se reduce la humedad RELATIVA del aire tanto en invierno como en verano. Por eso en verano, con el aire acondicionado, hace tanto la rebaja de la humedad como la rebaja de temperautura: ambas ayudan en la sensación de confortabilidad.

Espero que haya quedado claro este asunto y que se hayan disipado todas las dudas. Es un tema algo chocante y complejo, pero confío haber sabido explicarme para su fácil entendimiento. 

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